Actualizado 02/07/2014 22:53

MUNDIAL-Torneo en Brasil avanza con éxito pese a pronósticos pesimistas

Por Brad Haynes

SAO PAULO, 2 jul, 2 Jul. (Reuters/EP) -

- Durante el último año cada apagón, problema de tráfico o vuelo cancelado en Brasil era recibido con la misma frase: "Imagínese durante el Mundial".

Los agoreros no podrían haberse imaginado lo bien que saldría el torneo. Las tres primeras semanas del Mundial se han destacado tanto por una logística en general impecable en una atmósfera despreocupada, como por electrizantes partidos dentro de la cancha.

Tras meses de temor por las obras públicas que no estaban terminadas, por las protestas y por los costosos estadios entregados a último minuto, las opiniones sobre el país anfitrión han dado un giro de 180 grados.

"Un Mundial espectacular", publicó en Twitter el periodista británico Faisal Islam. "Deberían hacerlo siempre en Brasil".

Claro que aún quedan ocho partidos, por lo que todavía podría ocurrir una gran debacle que arruine el ambiente.

Y a muchos brasileños les siguen molestando los 11.000 millones de dólares en gasto público para un evento que dejará por lo menos cuatro estadios como elefantes blancos y pocos de los proyectos de tránsito urbano que se prometieron.

Pero, según casi todas las evaluaciones, el torneo que termina el 13 de julio ha sido un éxito.

Pese al enojo por sus altos costos, los brasileños han recibido el mayor evento del fútbol con entusiasmo, llenando los estadios y acogiendo a los hinchas extranjeros.

Las selecciones han aportado partidos equilibrados, con muchos goles y algunos finales dramáticos.

"Creo que este es el mejor Mundial en términos de juego", dijo el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, quien había sido uno de los críticos más duros de las demoras en los preparativos.

CALLES TRANQUILAS

Cuando surgieron las fallas, los organizadores reaccionaron con rapidez. Se reforzó la seguridad luego de la invasión del estadio Maracaná, en Río de Janeiro, por hinchas chilenos. La seguridad también se apuntaló tras enfrentamientos entre hinchas de Brasil y Argentina.

El mayor alivio para los organizadores es la ausencia de brasileños enojados en las calles, tras las masivas protestas del año pasado.

Dado que se decretaron feriados municipales en los días de partido, se ha reducido el tráfico y facilitado el acceso a los estadios. También han disminuido los viajes por negocios, con lo que el tráfico aéreo ha caído en hasta un 15 por ciento, reduciendo el movimiento en sus aeropuertos.

"Estamos anotando muchos goles contra los pesimistas que dijeron que sería el caos", dijo esta semana la presidenta Dilma Rousseff, celebrando un torneo impecable que podría impulsar sus posibilidades de reelección en los comicios de octubre.

El patrón de pesimismo que da paso a un alivio jubiloso se ha vuelto algo familiar en los eventos deportivos globales, tal como pasó este año con los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi y en 2012 con los Juegos en Londres, o con el Mundial de 2010 en Sudáfrica, eventos considerados como exitosos.

"La fiesta ha sorprendido a todos", dijo Rogerio Souza, hincha brasileño que va en su cuarto Mundial, y en el primero en casa. "Sólo falta que gane Brasil para darnos un final de cuento".