Actualizado 20/06/2014 13:15

Pereira: Seguir jugando tras golpe en la cabeza fue una "locura"

 

      SAO PAULO, 20  (Reuters/EP)

     El lateral de la selección uruguaya de fútbol Alvaro Pereira se levantó dando tumbos tras recibir un rodillazo en la cabeza en la victoria de su equipo 2-1 contra Inglaterra, pero su "locura" por seguir jugando hizo que el cuerpo técnico le permitiera volver al campo de juego pese a los temores por su salud.

   Pereira recibió un involuntario rodillazo en la cara del delantero inglés Raheem Sterling a los 60 minutos de juego y quedó tendido inconsciente en el césped, tras lo cual los médicos le frotaron el pecho e intentaron reanimarlo.

   Cuando se levantó y se tambaleó, Pereira empujó furiosamente al médico que estaba pidiendo su sustitución y regresó al partido.

   Aunque su entrenador le permitió jugar los últimos 30 minutos del encuentro y se ganó el elogio de sus compañeros, Pereira mismo aceptó que no fue una decisión acertada.

   "Fue un momento de locura. Le pedí disculpas al doctor, sé que su trabajo es cuidar a los jugadores", dijo Pereira a periodistas tras la victoria "celeste" 2-1 con un doblete de Luis Suárez por el Grupo D.

   "Me mandé para adentro (entré al campo) mareado y en un momento con el cuerpo caliente, uno está inconsciente (de lo que hace). Pero era un momento de ayudar, de conseguir el resultado. El resultado es lo mas importante y se consiguió".

   El incidente planteó la cuestión sobre si el equipo técnico de Uruguay dio la importancia suficiente a la lesión del jugador.

   Las lesiones de cabeza en el deporte han quedado bajo la lupa en los últimos años, y muchos críticos condenaron rápidamente la decisión de permitir que Pereira siguiera jugando.

   "El incidente de hoy es el tipo de cosas que sucedían hace mucho tiempo, roza con la barbarie", dijo a Reuters Taylor Twellman, ex futbolista de Estados Unidos que sufrió cinco grandes conmociones cerebrales en su carrera y ahora aboga para que haya más controles en el deporte.

   Twellman Fue enérgico en sus comentarios.

   "Cuando un jugador sufre una conmoción, él no sabe lo que sucedió, es muy peligroso confiar en lo que quiere un jugador", declaró Twellman.

   "El síndrome del segundo impacto es lo más peligroso. Si vuelve a caer, puede morir, eso es ciencia. Se juega con fuego, se juega con la vida de otro", remarcó.

   El arquero uruguayo Fernando Muslera dijo que se preocupó cuando se acercó a ayudar a Pereira.

   "Cuando le vi los ojos me asusté, y Diego (Godín) y yo empezamos a llamar a los médicos", sostuvo el arquero. "Es un jugador importante que quiere a la camiseta y que si puede seguir jugando lo va a hacer. Nunca va a abandonar la cancha".