Actualizado 06/05/2014 15:37

MUNDIAL-Uruguayo Suárez, impulsado por deseo de ganar a toda costa

Por Toby Davis

LONDRES, 6 mayo, 6 May. (Reuters/EP) -

- El futbolista uruguayo Luis Suárez, quien ha sabido combinar su talento y determinación en la cancha con hechos polémicos durante el juego, vivió el microcosmos de su carrera en el último Mundial.

En apenas un par de semanas, Suárez forjó su reputación de goleador, antes de unirse al club de infames del fútbol por evitar un gol con la mano en la línea del arco que terminó negando a sus rivales un lugar en las semifinales.

Ese es un patrón que ha repetido a lo largo de su carrera, en la que los momentos de gran inspiración y habilidad se han mezclado con otros de ingenuidad.

Sin embargo, los hechos lo han definido como un jugador brillante y un personaje, y han incluido dos largas suspensiones por morder a un rival y por insultos racistas. Se ganó además una reputación de fingir faltas que lo persigue pese a sus esfuerzos por hacerla a un lado.

Su enorme calidad nunca estuvo en duda. Suárez tiene una capacidad única para superar defensores en el mano a mano, una definición certera y una ejecución espectacular.

Eso puede resultar letal cuando se combina con su gran espíritu competitivo, lo que lo convierte en un incansable trabajador en busca de la pelota.

"Soy uno de los mejores jugadores del mundo, así que tener la oportunidad de ganar todo, perdiendo solo algunas veces, es lo que me motiva", dijo el delantero uruguayo a la revista Four Four Two este año. "Soy ambicioso. Quiero ganar y no voy a parar hasta marcar uno, dos o más goles", agregó.

Suárez llega al Mundial en el mejor momento de su carrera en el Liverpool, donde sus goles han sido el combustible para alimentar una inesperada ilusión de título en la Liga Premier.

El uruguayo ya batió el récord de goles del club en una temporada de la Premier, destronando a Robbie Fowler, un jugador a quien los hinchas del Liverpool apodaban "Dios".

En abril se convirtió en el séptimo jugador en marcar 30 goles en la Liga en las últimas 22 temporadas.

Sus goles en la eliminatoria sudamericana -11 en 16 partidos- ayudaron a Uruguay a conseguir una plaza en el torneo.

TEMPORADA RECORD

Para marcar otro punto contradictorio en la historia de Suárez, su temporada récord comenzó bajo la sombra de una prolongada suspensión y en medio de acusaciones de deslealtad.

A la espera de la nueva campaña y todavía con seis fechas de suspensión correspondiente a una sanción por 10 partidos por haber mordido al defensor del Chelsea Branislav Ivanovic, Suárez puso a prueba la paciencia de los hinchas del Liverpool al intentar presionar para ser transferido al Arsenal.

El delantero finalmente fue persuadido de que sus ambiciones de títulos podían satisfacerse en el club, pero esa saga dominó los titulares de los medios británicos en la pretemporada.

No fue la primera vez que Suárez se encontró en las portadas y con signos de interrogación en torno a su nombre.

Antes de llegar al Liverpool, el uruguayo fue calificado por la prensa holandesa como el "caníbal del Ajax" tras haber mordido al jugador del PSV Eindhoven Otman Bakkal, una acción que derivó en una suspensión por siete encuentros.

Suárez llevaba 10 meses en Anfield cuando fue sancionado por ocho partidos por haber insultado con una expresión racista al lateral del Manchester United Patrice Evra. Además, su tendencia a simular dentro del área también le ganó pocos admiradores.

Sus primeras temporadas en Inglaterra fueron una constante fuente de material para los tabloides que buscaban un villano.

Para los seguidores de Ghana, por otra parte, su mayor indiscreción se produjo en el último Mundial cuando sus espontáneas habilidades como arquero fueron decisivas.

Tres goles en los primeros cuatro partidos habían ayudado a Uruguay a llegar a los cuartos de final.

En esa instancia, con el marcado 1-1 frente a Ghana, Suárez improvisó una atajada y evitó con la mano lo que habría sido el gol de la clasificación del equipo africano tras un cabezazo de Dominic Adiyiah en el último minuto del tiempo extra.

A pesar de que esa mano le valió una expulsión, resultó una acción que dio sus frutos: Asamoah Gyan estrelló su tiro penal en el travesaño. Las cámaras tomaron a Suárez, que caminaba apesadumbrado hacia los vestuarios, darse vuelta y saltar celebrando y alzando sus puños ante el fallo de su rival.

Cuatro años después, este Mundial dará a Suárez una nueva oportunidad para continuar su espléndida temporada y de pasar definitivamente al lado de los buenos.

"Esta es hasta ahora mi mejor temporada. Me siento muy bien, física y mentalmente (...) hablando personalmente, quiero continuar con esa mentalidad en el Mundial con Uruguay", declaró. "Tengo 27 años, estoy en mi pico (de rendimiento) (...) me gusta ganar. Odio perder".

(Traducido por Damián Pérez, editado por Patricia Avila)