Por Terry Daley
ROMA, 20 mayo, 20 May. (Reuters/EP) -
- El ex futbolista brasileño Zico se unió al coro de personas que han criticado la organización de la Copa del Mundo en Brasil y lamentó la oportunidad perdida de mostrar una buena imagen del país, en medio de masivas protestas contra el costo del evento.
Muchos brasileños están furiosos por la cantidad de dinero público que se ha gastado en los estadios de una nación que carece de una serie de servicios públicos básicos.
La gente está molesta también con los altos impuestos y la corrupción entre las autoridades.
"Brasil no ha logrado tomar ventaja de esta oportunidad. No ha habido planificación ni proyecto", dijo el ex mediocampista del Udinese al diario italiano Corriere Dello Sport.
Cientos de miles de manifestantes salieron a las calles durante la Copa Confederaciones del año pasado para protestar por el alto costo del espectáculo deportivo, así como contra los impuestos, la inflación, la corrupción y los malos servicios públicos.
Desde entonces, las protestas han continuado y la semana pasada los manifestantes quemaron neumáticos cerca del estadio Arena Corinthians de Sao Paulo, que tuvo un costo de 450 millones de dólares y que será sede del partido inaugural entre Brasil y Croacia el 12 de junio.
"Esperemos que no haya ningún problema, pero cuando terminas los estadios sólo unos días antes del evento es inevitable que haya preocupaciones", dijo Zico.
"Los estadios se han construido en gran parte con dinero público, y el pueblo no está contento con esto. Cuando los organizadores ganaron el derecho a organizar la Copa del Mundo dijeron que el dinero público sólo se destinaría a proyectos de infraestructura", agregó.
Pelé, asesor especial del Comité Organizador, dijo el lunes que las protestas y los retrasos están poniendo en riesgo el torneo y que un "25 por ciento de los extranjeros" ya había cancelado sus viajes para presenciar el Mundial.
"Los aficionados están tristes, preocupados. Esto molesta, porque quería ver a mi gente feliz. Todo el mundo quería que fuera una gran fiesta, pero simplemente no ha habido el espíritu correcto de organización", sostuvo.
REUTERS RCH MG/