BUENOS AIRES, 9 Mar. (Notimérica) -
Dos facciones armadas de la 'barra brava' --radicales-- del club argentino Vélez Sarsfield se enfrentaron el sábado en las instalaciones del club en Buenos Aires, por lo que el presidente del club, Raúl Gámez, decidió denegarles la entrada al partido del domingo y la grada lució un hueco donde habitualmente se sitúan los radicales.
El enfrentamiento violento entre las dos facciones, en el que hubo disparos, se produjo en la tarde del sábado, en el marco del cierre de la temporada veraniega de piscina, y tuvo como motivación el control de la reventa de entradas para los partidos de local del club, así como la venta de entradas para un concierto que próximamente tendrá lugar en el estadio.
Como señaló a Télam el presidente del club, el martes pasado decidieron no conceder más entradas a estos grupos: "Qué casualidad que los incidentes ocurrieron justamente esta semana, que nosotros le quitamos a este grupo la posibilidad de acceder a todas las entradas y que ahora sólo van a poder entrar los que sean socios".
De hecho, en el partido que el domingo Vélez disputó contra Sarmiento de Junín, el espacio central que normalmente ocupa la 'barra brava' en la tribuna popular estaba vacío y ningún hincha se atrevió a ocuparlo.
Sobre la ausencia de los radicales en el estadio el domingo, Gámez insistió: "No entraron porque sólo lo hicieron los que tienen el carnet de socio. No hay más entradas de favor, ni de protocolo, no hay más nada".
Las declaraciones de Gámez, que volvió a la presidencia del club velezano el pasado noviembre después de dos mandatos entre 1996-1999 y 2002-2005, revelan a las claras una situación cotidiana del fútbol argentino: la connivencia de las dirigencias con las barras bravas al entregarles, entre otras cosas, entradas de privilegio.
Es más, el propio Gámez parece contradecirse, ya que el pasado enero reconoció que hablaba con los dirigentes de la 'barra brava': "Yo pacto con los barras. Los llamo, les pido que no hagan lío y que no hagan quedar mal a Vélez", dijo en una entrevista con el diario deportivo 'Canchallena'.
En aquella ocasión, el periodista le preguntó a Gámez si daba entradas a los barras, a lo que respondió: "En realidad son socios, entran igual. Pagan la cuota. El famoso derecho de admisión lo debe poner la Justicia. No podemos estar los dirigentes parados en las 10 puertas de entrada".
Desde la ONG Salvemos al Fútbol han señalado a Notimérica que Gámez se atrevió a desvelar un vínculo clandestino, algo que casi ningún dirigente se ha atrevido a hacer hasta ahora y que debería ser el primer paso para llegar a la ruptura de tal vínculo.
"Todos saben que los actores dominantes (políticos, dirigentes, sindicalistas, empresarios, etc.) trabajan con las barras pero nadie lo dice y todos se hacen los desentendidos. En esa ocultación, en esa relación no declarada, reside el mayor mal de la violencia en el fútbol argentino", nos señala Diego Murzi, de Salvemos al Fútbol.
UNA VIEJA PELEA MAFIOSA
En un artículo escrito en el diario 'Olé' el pasado mes de agosto, el periodista experto en violencia futbolística y 'barras bravas', Gustavo Grabia, ya había señalado el estado de tensión que viven las distintas facciones de la 'barra brava' de Vélez Sarsfield.
En aquel entonces, Grabia señaló que se había producido una sucesión en la dirigencia de la facción dominante, La pandilla de Liniers, y que habían firmado una frágil tregua con la facción contraria, Villa Luro, "pero la situación está tensa y todo Vélez ahora vive en alerta", dijo entonces Grabia.
Además, indicaba que 2015 sería un año conflictivo, puesto que habrá varios conciertos en el estadio del club y la venta de entradas para este tipo de espectáculos suele ser un negocio lucrativo para las barras.
El tiroteo que se produjo el sábado fue, precisamente, entre las facciones de Liniers y Luro y tuvo como motivo la venta de entradas para el concierto del grupo uruguayo No Te Va a Gustar, que actuará en el estadio del club los próximos días 11 y 12 de abril.