Actualizado 25/06/2013 04:03

Tras protestas, presidenta brasileña Rousseff propone reforma política


BRASILIA, 25 Jun. (Reuters/EP) -

- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, propuso el lunes una reforma política para atender las demandas de más de un millón de personas que sacudieron la mayor economía de América Latina con protestas contra la corrupción y los servicios ineficientes.

En un discurso ante gobernadores y alcaldes, Rousseff dijo que convocaría a un referéndum para que los brasileños decidan si quieren cambiar las reglas de un sistema político percibido por muchos como corrupto y desigual.

"Las calles nos están diciendo que el país quiere servicios públicos de calidad, quiere mecanismos más eficientes de combate a la corrupción que aseguren el buen uso del dinero público, que quiere una representación política permeable", dijo.

"Todos nosotros sabemos donde están los problemas", añadió. "Todos nosotros sabemos que podemos construir soluciones".

La reforma política fue la respuesta más contundente de la mandataria de izquierda a una ola de protestas que estremeció Brasil en las últimas dos semanas, erosionando su popularidad con miras a la reelección en el 2014.

Rousseff respondió también a otras de las exigencias de los manifestantes, proponiendo invertir 22.000 millones de dólares para mejorar el transporte público. Además dijo que construiría nuevos hospitales y contrataría médicos extranjeros para mejorar la cobertura de salud pública.

Las demandas populares a las puertas de un año electoral han hecho temer un mayor relajamiento de la disciplina fiscal, algo que Rousseff negó en su discurso del lunes.

Los manifestantes han criticado el gasto excesivo de fondos públicos en la construcción de estadios para la Copa Mundial de fútbol 2014.

Aunque las protestas se han desinflado en los últimos días, podrían recrudecer el miércoles cuando la selección de Brasil enfrente a Uruguay en las semifinales de la Copa Confederaciones en la ciudad de Belo Horizonte.

REACCION POLITICA

La propuesta de Rousseff agradó a los líderes de los principales partidos aliados, pero la oposición recordó que la líder había abogado por un cambio en el sistema político del país al asumir el cargo y no movilizó su amplia base de poder.

El líder en la Cámara del PMDB, principal partido de la coalición en el Congreso, el diputado Eduardo Cunha, dijo que Rousseff va "por un buen camino" al hacer propuestas concretas y que la tendencia del partido es apoyar sus propuestas, que todavía deben ser discutidas con los legisladores.

"Sin duda, es un cambio de actitud (de la presidenta). Esto debe ser una constante y no sólo en tiempos de crisis", dijo a Reuters el diputado, quien destacó que se convocó a una reunión del comité ejecutivo del PMDB para el martes y podría abordarse este tema.

En tanto, el líder del PSB en la Cámara, Beto Albuquerque, elogió la disposición de Rousseff a participar en la discusión de la reforma política. "Pero debe convocar una constituyente exclusiva, ella tiene privilegios para eso", dijo el socialista, quien destacó que "además de la reforma política, también se debe debatir la reforma tributaria también".

Pero Albuquerque criticó la falta de un acuerdo sobre la cuestión de la seguridad pública en los pactos propuestos por la presidenta. Rousseff propuso un acuerdo nacional con los gobernadores y alcaldes sobre responsabilidad fiscal, salud, educación y más recursos para el transporte público.

El líder del PT en la Cámara, José Guimarães, dijo que el partido apoyará las iniciativas presentadas por la presidenta, pero cree que el Congreso puede ampliar esta agenda sugerida por Rousseff, incluyendo por ejemplo la reforma tributaria.