RÍO DE JANEIRO, 8 Sep. (Notimérica) -
Río de Janeiro dió inicio a la XV edición Juegos Paralímpicos este miércoles en una ceremonia de inauguración que arrancó con un espectacular salto en silla de ruedas por el patinador Aaron Wheelz en el estadio de Maracaná.
Río volvió a ofrecer un espectáculo de apertura con variedad artística y colorido para acoger a los 4.350 deportistas con discapacidades físicas, intelectual o parálisis cerebral que demostrarán su espíritu deportivo y de superación a lo largo de 11 días.
Esta vez, la ceremonia utilizó más capacidades de proyección de luz para simular escenarios e interactuar con los extras, lo que llevó a una participación del público, que bailó a ritmo de samba, tal y como recoge la 'Agencia Brasil'.
Antes de que Wheelz descendiera por la rampa de Maracaná, apareció por sorpresa desde la pantalla, el presidente del Comité Paralímpico Internacional, Philipe Craven, donde se pudo ver como se apresuraba para llegara tiempo al recinto para iniciar la tradicional cuenta atrás y levantar el telón de la ceremonia.
La jornada de ayer en el estadio de Maracaná estuvo dedicado a la "rueda", un invento que posibilita la movilidad de las personas con minusvalía en las piernas.
Otro momento espectacular fue la aparición del nadador brasileño discapacitado, una de las estrellas del deporte paralímpico, que nadó sobre una "piscina imaginaria" entre las que surfeó Daivizinho, de 9 años y subcampeón del mundo de surf adaptado.
Las distintas delegaciones formaron un corazón en el estadio de Maracaná bajo el lema de la ceremonia 'El corazón no conoce límites. Todos tenemos un corazón' y donde cada país constituía una pieza de rompecabezas que formaban la figura que se terminó de unir con la llegada de la delegación brasileña. Con la ayuda de las proyecciones de luz, el corazón parecía que latía en Río, a la vez que se el cielo se iluminó con fuegos artificiales.
También destacó el momento dedicado al sentido de la visión, en los compases finales de la ceremonia o el baile protagonizado por la medallista paralímpica Amy Purdy.
Aún así, la ceremonia no estuvo exenta de tensión. En su intervención, el presidente del Comité de Río 2016, Carlos Arthur Nuzman, agradeció a los gobiernos federales, estatales y municipales, a los que el público abucheo, mientras que Nuzman se quedó en silencio esperando a que se calmase la reacción en las gradas.
"Los atletas paralímpicos sorprenderán, inspirarán y sobre todo os cambiarán. Van a ver los obstáculos como oportunidades y Río tendrá la oportunidad de hacer un mundo más justo. Sus valores lo dejarán claro, la esperanza vence al miedo", señaló Craven a su llegada.
El elegido para el cierre fue el nadador brasileño Clodoaldo Silva, que con antorcha en la mano se acercó a la escalera y miró a la audiencia preguntando como se elevaría su silla de ruedas. A continuación, la escalera se convirtió en una rampa lo que le proporciono a Silva la facilidad para encender la llama que inició los Juegos Paralímpicos.
