Actualizado 27/08/2009 20:33

TENIS-Gemelas no parecen distraer los sueños de Federer

Por Pritha Sarkar

LONDRES (Reuters/EP) - Se suponía que el nacimiento de las gemelas Charlene Riva y Myla Rose marcaría el momento en que el suizo Roger Federer podría perder su hambre de gloria, o al menos eso era lo que el resto de los tenistas profesionales esperaban.

Pero no tuvieron tanta suerte.

Un mes después de que Federer viera por primera vez a sus hijas, el número uno del mundo parece haber dominado el arte de afrontar noches sin dormir. El domingo demostró que sigue siendo el rival a vencer cuando ganó el Masters 1000 de Cincinnati.

La victoria demuestra que su estado mental es el mejor de cara a su búsqueda del sexto título consecutivo en el Abierto de Estados Unidos que comienza el lunes, una marca sin igual en Flushing Meadows.

Federer llegará a Flushing Meadows con un gran respaldo y con las preguntas más grandes sobre su carrera con una respuesta clara. En un período increíble de seis semanas que duró de mayo a julio, el suizo ganó el único título del Grand Slam que le resultaba esquivo: el Abierto de Francia sobre polvo de ladrillo.

Además, superó la marca del estadounidense Pete Sampras al conquistar su título 15 del Grand Slam en Wimbledon.

"Fue un verano (boreal) maravilloso tanto en mi vida personal como en la cancha. A veces es difícil creer que haya ganado Roland Garros y Wimbledon de forma consecutiva", dijo Federer.

"Definitivamente llegó en el momento apropiado. Volver al número uno con el título en Wimbledon (...) fue increíble. Y ser el número uno y que nazcan dos hijas, es algo que no pasa todos los días", agregó.

La llegada de sus hijas no generó grandes cambios en la rutina del suizo.

"Tuvo un gran impacto en mi vida. Hasta ahora es un impacto totalmente positivo y no me está separando del tenis, así que soy positivo sobre mi futuro en el tenis", destacó.

Esas no eran las palabras que el resto de los tenistas profesionales querían escuchar. Ellos esperaban que la nueva vida familiar hicieran que el suizo, de 28 años, quitara parte de su esfuerzo de las canchas, tal como el ex número uno del mundo Boris Becker había predicho.

"(La paternidad) te cambia la vida de forma dramática", dijo este año Becker, quien ganó el Abierto de Australia en 1996 tras el nacimiento de su primer hijo, Noah.

Becker destacó que el suizo podría tener dificultades en enfocarse en el tenis ya que su mayor preocupación sería sus hijos y su esposa.

¿CREER EN ESTADISTICAS?

Si se cree en la historia del tenis y sus estadísticas, la llegada de las hijas de Federer podrían disminuir las posibilidades de que el suizo agregue nuevos títulos del Grand Slam a su colección.

La última vez que una tenista que se convirtió en madre ganó una corona del Grand Slam fue en 1980, cuando la australiana Evonne Goolagong conquistó Wimbledon. Desde ese momento, sólo ocho hombres ganaron algún torneo grandes tras comenzar a disfrutar la paternidad.

Mientras que cuatro de ellos -Pat Cash, Andrés Gómez, Petr Korda y Albert Costa- ganaron su título en estos torneos, los múltiples campeones Becker, Yevgeny Kafelnikov y Andre Agassi sumaron una nueva conquista a su palmarés tras convertirse en padres.

Jimmy Connors fue el único que pudo combinar su vida familiar con el éxito en el circuito al ganar tres de sus ocho títulos en los grandes torneos tras el nacimiento de su hijo Brett.

Para John McEnroe, Ivan Lendl y Stefan Edberg, los títulos dejaron de llegar cuando sus familias crecieron. Los tenistas padres ganaron 10 de los últimos 117 títulos del Grand Slam.

Pero Edberg cree que la calidad de Federer lo pone en un escalón diferente al del resto de los tenistas y le permitirá mantener su paso exitoso en el tenis.

"Las estadísticas muestran algo del pasado, no muestran el futuro", dijo a Reuters Edberg, ganador de seis títulos del Grand Slam.

"Creo que la mayor liberación para Roger debe haber sido ganar el Abierto de Francia. Eso extendió su carrera, realmente esa es mi impresión", destacó.

El sueco confía e lo que Federer podrá hacer en Flushing Meadows.

"Tiene la confianza, pasa por un gran momento, y creo que el nacimiento de sus hijas puede tener un efecto positivo, al menos al comienzo, por eso no creo que vaya a tener problemas en el Abierto de Estados Unidos", remarcó.

Agassi, el último padre que ganó un torneo del Grand Slam, el Abierto de Australia 2003, se mostró de acuerdo.

"Parece bastante claro que él sabe lo que quiere y que está muy comprometido con esos objetivos. Creo que (la paternidad) podría inspirarlo", dijo el estadounidense.

"Cuando hay bebés, y uno puede salir con ellos y disfrutar, eso me dio mucho en mi vida como jugador. Algunas veces el gran desafío es descansar bien, pero si uno lo logra, la situación se puede manejar", concluyó.