Por Carolyn Cohn
LONDRES (Reuters/EP) - Las acciones emergentes brevemente tocaron el miércoles, por segundo día consecutivo, su máximo nivel desde antes del colapso de Lehman Brothers.
Los inversores seguían de cerca algunos lanzamientos de eurobonos soberanos, mientras el riesgo de la deuda emergente continúa en descenso.
El creciente optimismo sobre la economía global ha sido apuntalado en días recientes por los datos de Estados Unidos, una mejora en las estimaciones del crecimiento del 2010 de parte del Fondo Monetario Internacional y la resolución de los ministros del G-20 para continuar los estímulos económicos.
El índice referencial MSCI de las acciones emergentes ha repuntado nada menos que el 87 por ciento desde inicios de marzo.
Este avance ha superado al de los mercados más desarrollados, pues las rebajas coordinadas de tasas de interés han mejorado la demanda global, alentando a los activos de riesgo y a los países exportadores de materias primas.
"Esto probablemente continúe, aunque, por supuesto, no de una forma dramática. Obviamente no anticipamos que los mercados se doblen (en valor) cada seis meses", dijo Nicholas Field, economista de mercados emergentes de Schroders.
"La política monetaria de los mercados desarrollados está muy flexible y esos mercados comienzan a recuperarse (...) como resultado, deberían recuperarse las ganancias de los mercados emergentes", agregó.
El índice MSCI emergente tocó su récord desde inicios de septiembre del 2008 por segundo día, antes de retroceder ligeramente para negociarse con un descenso de 0,39 por ciento a 877,33. El derrumbe de Lehman Brothers fue el 15 de septiembre del año pasado.
El riesgo de la deuda emergente, medido por el Indice Plus de Bonos de Mercados Emergentes de JP Morgan (EMBI+), caía tres puntos básicos a 350 puntos base sobre la renta comparable de los títulos del Tesoro de Estados Unidos.
Esta semana, Rumania dijo que había otorgado mandato a Deutsche Bank, EFG Eurobank y HSBC para el lanzamiento de un eurobono denominado en euros valorado entre 500 millones de euros y 1.500 millones de euros, con un vencimiento de 5 a 10 años.