Por Lisa Twaronite y Hideyuki Sano
TOKIO, 12 nov, 12 Nov. (Reuters/EP) -
- Las acciones japonesas saltaron el miércoles a máximos en siete años, poniendo al resto de Asia en la sombra, en medio de expectativas de que el primer ministro Shinzo Abe aplazaría un alza planificada del impuesto sobre las ventas para evitar dañar la frágil recuperación económica.
El índice MSCI de acciones asiáticas fuera de Japón cedía un 0,1 por ciento, después de que los índices estadounidenses cerraron planos el martes en medio de un feriado nacional.
El índice compuesto de Shanghái añadió un 1 por ciento en una sesión volátil, extendiendo su avance de esta semana tras el anuncio de una alianza que dará a los inversores globales un acceso más fácil al mercado de valores de China a partir del próximo lunes.
En Japón, el índice Nikkei de la bolsa de Tokio robó la atención en la mayor parte de la sesión tras saltar a un nuevo máximo en siete años después de que la gran prensa local dijo que Abe pospondrá una subida prevista de impuestos y llamará a elecciones generales para diciembre.
El Nikkei recortó sus ganancias y cerró con un avance de un 0,4 por ciento.
En los mercados de divisas, la moneda japonesa, que se ha mantenido bajo presión durante casi dos años debido al gasto agresivo de estímulo del Banco de Japón, se apreciaba frente al dólar en la sesión.
La moneda estadounidense cotizaba a 115,37 yenes, cediendo un 0,4 por ciento después de subir el martes a un máximo en siete años de 116,11 unidades.
El euro operaba a 1,2484 dólares, con un alza de un 0,1 por ciento en el día y alejándose de un mínimo en dos años de 1,2358 unidades que anotó el viernes.
El índice dólar, que sigue el desempeño del billete verde frente a seis divisas importantes, se mantenía estable en 87,504, no lejos de su máximo del viernes pasado de 88,190, un nivel visto por última vez en junio.
En los mercados de materias primas, el petróleo continuaba cayendo en medio de temores de un exceso de oferta.
El crudo Brent de Londres restaba cerca de un 0,9 por ciento, a 80,93 dólares el barril. El petróleo estadounidense cedía un 0,9 por ciento, a 77,25 dólares el barril.
El oro al contado añadía alrededor de un 0,2 por ciento, a 1.166,90 dólares la onza.