Por Daniel Bases
NUEVA YORK (Reuters/EP) - Los mercados emergentes cayeron el martes, golpeados por una toma de ganancias en operaciones de poco volumen, después de que las cifras económicas positivas en Estados Unidos no pudieran superar el temor a que una reciente alza de las acciones se haya adelantado a la economía real.
La preocupación entre los inversores de que el sector bancario estadounidense pudiera sufrir más quiebras contribuyó también a la liquidación.
Las cifras divulgadas más temprano desde China mostraron una recuperación sostenida en el sector manufacturero.
A esto se sumó un reporte que dio cuenta de la primera alza en la actividad del sector fabril estadounidense en 19 meses.
"Creo que las cosas están mejorando, pero reconozco totalmente que hay mucha gente que lo piensa dos veces. Esas personas están bajando el mercado hoy", dijo Alberto Bernal, jefe de estrategia macroeconómica de BullTick Capital Markets.
El índice bursátil MSCI para América Latina cayó un 3,25 por ciento el martes y acumuló una baja de un 5,15 por ciento en los últimos tres días de operaciones. El índice amplio MSCI para mercados emergentes retrocedió un 0,36 por ciento en el día.
Aunque el índice IPC de la bolsa de México bajó un 1,18 por ciento en el día, las acciones del Grupo México subieron un 13,6 por ciento luego de que una corte estadounidense recomendó acoger la oferta para retomar el control de Asarco.
El índice bursátil de referencia brasileño Bovespa cayó un 1,19 por ciento.
Credit Suisse elevó sus metas de cierre de año tanto para el índice Bovespa -a 64.500 desde 55.000- como pata el IPC de México -a 30.000 desde 25.000-.
En los mercados de monedas, el cauteloso tono le vino bien al dólar, que ganó terreno contra las monedas de América Latina.
El peso mexicano cayó a un mínimo en varias semanas, afectado por la incertidumbre sobre el futuro de las sus subastas diarias de dólares que realiza el Banco Central.
El peso perdió cerca de un 2 por ciento a 13,62 por dólar, su peor resultado desde mediados de julio y su mayor pérdida porcentual en un día en casi 4 meses.
En una apuesta para frenar la caída del peso, el banco central del país vendió 250 millones de dólares en una subasta, además de los 50 millones de dólares diarios.
La moneda brasileña, el real, perdió un 0,85 por ciento a 1,905 reales por dólar.
En los mercados de crédito, el índice EMBI+ de JPMorgan mostró que los diferenciales de rendimiento de la deuda emergente se ampliaron un punto base a 383 puntos base sobre los bonos del Tesoro estadounidense.