(Actualiza con comunicado oficial y más información)
BUENOS AIRES, 26 feb, 26 Feb. (Reuters/EP) -
- El Gobierno de Argentina dijo el miércoles que autorizó la exportación de 500.000 toneladas de trigo del ciclo 2013/14, que se sumarán a las 500.000 toneladas ya anunciadas en enero por las autoridades.
El país sudamericano, que regula las exportaciones del cereal para garantizar el abasto doméstico, había anunciado el mes pasado que preveía autorizar un total de 1,5 millones de toneladas de trigo de la cosecha recientemente finalizada, que alcanzó los 9,2 millones de toneladas.
La nueva autorización para exportar tiene lugar en medio de una fuerte necesidad de divisas por parte de Argentina, que atraviesa un momento de elevada inflación y caída de la actividad económica.
"El Ministro de Economía y Finanzas Públicas, Axel Kicillof, y su par de Agricultura, Carlos Casamiquela, anunciaron hoy (miércoles) la autorización de embarque para 500 mil toneladas de granos" de trigo, de acuerdo a comunicados difundidos por ambas carteras.
"Todo excedente por sobre las necesidades de consumo del mercado interno será destinado para la exportación", dijo Kicillof en una reunión con representantes del sector triguero, según la comunicación.
El consumo doméstico del cereal es de alrededor de 6,5 millones de toneladas.
El país austral es uno de los mayores exportadores mundiales del cereal y Brasil uno de sus principales destinos.
Sin embargo, la producción ha caído en los últimos años por condiciones climáticas adversas y por las restricciones comerciales impuestas por el Gobierno, lo que ha disuadido a muchos productores de sembrar el cereal en las últimas campañas.
A su vez, Argentina aplica un impuesto del 23 por ciento a las exportaciones de trigo, otro motivo por el cual agricultores señalan que no es rentable sembrar el cereal -y por el que se vuelcan a la soja, el principal cultivo del país, que no tiene límites a su venta al exterior.
El Gobierno argentino comenzó a autorizar los embarques del trigo 2013/14 recién a mediados de enero, luego de que exportadores se quejaran desde fines de diciembre que las autoridades no permitían la carga de los barcos, lo que obligó a compradores como Brasil realizar compras de otros destinos.