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BUENOS AIRES, 2 dic, 2 Dic. (Reuters/EP) -
- Argentina anunció el lunes que subirá la proporción obligatoria de biodiésel usada en la mezcla con diésel y que exigirá a las usinas termoeléctricas que empleen el biocombustible, en un intento por impulsar a una industria golpeada y diversificar la oferta de un país necesitado de energía.
Las petroleras deberán utilizar un 10 por ciento de biodiésel en su combustible, desde el 8 por ciento que usaban actualmente, en una medida muy esperada por un sector que sufrió un duro golpe cuando la Unión Europea (UE) comenzó a restringir sus importaciones el año pasado.
El Gobierno de Argentina -el mayor exportador mundial del biocombustible- también dispuso que las usinas térmicas empleen un 10 por ciento de biodiésel en su mezcla de combustible.
La medida, que volcará al mercado doméstico cerca de 450.000 toneladas de biodiésel al año, significará un ahorro aproximado de divisas de 50 millones de dólares. El aumento en el uso del biodiésel será gradual desde comienzos del año próximo.
"Con la implementación de estas dos medidas, el 33 por ciento de la capacidad instalada (de 4 millones de toneladas) de producción de biodiésel será destinado a abastecer el consumo argentino", dijo el ministro de Planificación, Julio De Vido, en una conferencia de prensa.
El anuncio se conoce días después de que la UE, hasta hace poco el principal importador del biodiésel argentino, ratificara la imposición de elevados aranceles al combustible del país austral, al que acusa de dumping.
Pese a que Argentina negó la acusación e inició reclamos ante foros internacionales, los representantes de la industria local se mostraron pesimistas y consideraron que llevará años recuperar ese mercado clave.
Según la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), la restricción europea implicará pérdidas para el sector por 1.000 millones de dólares este año.
La producción de biodiésel de Argentina fue de 2,4 millones de toneladas en 2012, cuando cerca de 1,6 millones de toneladas se exportaron por casi 1.900 millones de dólares. Alrededor de 1,4 millones estuvieron destinados a Europa.
"La idea es tener un complejo industrial funcionando a pleno", dijo De Vido en alusión a la creciente capacidad ociosa que muestra la industria argentina de biodiésel tras los límites impuestos por Europa.