(Agrega detalles y comentarios de economistas)
BERLÍN, 24 nov, 24 Nov. (Reuters/EP) -
- La confianza empresarial en Alemania rebotó en noviembre, rompiendo una racha de seis caídas consecutivas, en una señal de que la mayor economía de Europa podría estar cobrando cierto impulso después de evitar por poco una recesión en el tercer trimestre.
El índice de confianza empresarial del centro de estudios Ifo, basado en una encuesta mensual a unas 7.000 empresas, subió a 104,7 en noviembre desde 103,2 en el mes anterior, dijo el lunes el instituto con sede en Múnich.
El pronóstico promedio de Reuters había sido de una lectura de 103,0, con previsiones que iban desde 102,0 hasta 104,3.
La economía alemana ha sido golpeada por una desaceleración en socios comerciales clave de la zona euro y por la confrontación de Occidente con Moscú por Ucrania, lo que ha afectado a las empresas y ha llevado a una fuerte caída en las exportaciones a Rusia.
En el tercer trimestre, la economía germana creció apenas un 0,1 por ciento, evitando por poco la recesión, luego de contraerse un 0,1 por ciento en el segundo trimestre.
Sin embargo, el economista de Ifo Klaus Wohlrabe dijo a Reuters que la depreciación del euro a mínimos de dos años frente al dólar y la caída de los precios del petróleo contribuían a una mayor confianza entre las empresas alemanas.
"Es demasiado pronto para decir si estamos viendo un cambio en la tendencia. Esto es una señal positiva, pero necesitamos esperar hasta diciembre para ver si continúa", comentó Wohlrabe.
La semana pasada, la medición de confianza de los analistas e inversores del centro de estudios ZEW rebotó con fuerza.
El índice Ifo de noviembre mostró mejorías en los sectores de manufacturas, ventas mayoristas y minoristas, mientras que el de la construcción se debilitó marginalmente.
"La lectura de Ifo de hoy da un claro alivio para nuestra visión de una economía en aceleración en el último trimestre del año", comentó Carsten Brzeski de ING.
Sin embargo, el economista agregó que el estancamiento de las economías de Francia e Italia aún plantea riesgos para el crecimiento alemán.