Actualizado 06/12/2014 16:07

ACTUALIZA 2-Falla en tren subterráneo causa caos en capital chilena; renuncia jefe estatal Metro

(Actualiza con renuncia de jefe empresa)

SANTIAGO, 14 nov, 15 Nov. (Reuters/EP) -

- El transporte público en la capital chilena sufrió el viernes uno de sus peores traspiés por una caída de la red de trenes subterráneos, que saturó el sistema de buses y forzó la renuncia del presidente de la empresa estatal Metro.

La suspensión del servicio -qué obligó al Gobierno a adoptar medidas de contingencia y a pedir disculpas- se produjo tras un corte de energía en cables de alto voltaje que generó un "efecto dominó" y llevó al cierre de unas 70 estaciones.

"Esta tarde el presidente del Metro, Aldo González, ha decidido presentar su renuncia", dijo la noche del viernes el portavoz de Gobierno, Álvaro Elizalde.

Cerca de 300.000 usuarios se vieron afectados por el colapso del Metro. En la tarde del viernes aún seguían cerradas una veintena de estaciones y se esperaba que el servicio retornara a la normalidad durante la mañana del sábado.

"No es una situación normal y quisiera pedir disculpas a los usuarios y decir que estamos haciendo todo lo posible para superar esta contingencia lo antes posible", dijo más temprano el ministro de Transporte, Andrés Gómez-Lobo, tras una reunión de emergencia convocada por la presidenta chilena.

La mandataria Michelle Bachelet mostró su preocupación porque en menos tres meses el Metro presentó nuevamente una falla sistémica. Por ello, ordenó que se adopte un plan especial para los miles de santiaguinos que retornaban a sus hogares la tarde del viernes.

Entre las medidas de contingencia, el Gobierno dispuso de 300 buses para reforzar el servicio de transporte y pidió a las empresas e instituciones públicas flexibilizar el horario de salida de sus trabajadores.

En reemplazo de González, el Gobierno designó a Rodrigo Azócar, quien ya había desempeño el cargo entre 1997 y 2006 y además ha trabajado en la petrolera estatal ENAP.

El Metro es uno de los ejes del Transantiago, un proyecto de transporte público que partió en el primer Gobierno de Bachelet (del 2006 al 2010) y en el que también juegan un rol clave los buses que alimentan con pasajeros al tren subterráneo en la capital.

"Me enteré (del colapso) cuando llegué a la estación, ahí me percaté que estaba cerrada la estación. No voy a esperar los buses porque van todos llenos. Me voy caminando no más al trabajo", dijo una de las miles de capitalinas que intentaban llegar a su trabajo.

Sin embargo, el Transantiago se ha vuelto una piedra en el zapato para la mandataria, ya que pese a los cientos de millones de dólares invertidos para reforzarlo durante los últimos años, la creciente demanda ha puesto en evidencia graves falencias.

El Metro, que se encuentra en medio de un ambicioso plan de expansión, ha enfrentado cinco grandes fallas en los últimos doce meses, algo que hasta hace unos años atrás era muy inusual en un servicio muy valorado entre los santiaguinos.

"Metro y yo personalmente estoy dispuesto a asumir cualquier responsabilidad", dijo González, horas antes de presentar su renuncia como presidente del Metro estatal.

Bachelet sostuvo que iba a "insistir en que se realicen las inversiones que sean necesarias para garantizar un sistema de transporte estable y de calidad que una ciudad como Santiago demanda".

El colapso del Metro ocurre cuando la mandataria -quien asumió en marzo las riendas del país por segunda vez- enfrenta una baja en su apoyo, que ha caído a menos del 50 por ciento, en parte por el mal servicio de transporte público.