(Cambia primer párrafo, agrega detalles de predicción, contexto de mercado y vínculo a datos)
Por Chris Prentice
NUEVA YORK, 6 mar, 6 Mar. (Reuters/EP) -
- El temido fenómeno de El Niño podría regresar tan pronto como durante el verano boreal, advirtió el jueves el Centro de Predicción Climática de Estados Unidos (CPC, por su sigla en inglés).
El fenómeno, un aumento en la temperatura de la superficie de las aguas del océano Pacífico, puede provocar sequías en el sudeste asiático y en Australia, e inundaciones en Sudamérica.
En su reporte mensual, el CPC dijo que es probable que las condiciones neutrales de El Niño se mantengan durante la primavera, pero que observaba un 50 por ciento de probabilidades de que el patrón climático se desarrolle durante el verano o el otoño en el hemisferio norte, en su pronóstico más alto sobre el retorno del fenómeno en casi 18 meses.
El último pronóstico del CPC pone esta previsión en línea con otros meteorólogos internacionales que han elevado su perspectiva de un potencial regreso de El Niño.
El CPC modificó su estatus para alerta de El Niño por primera vez desde octubre de 2012.
La sequía que provocó El Niño en el sudeste asiático y en Australia puede ser particularmente devastadora porque en esas regiones se cultivan algunos de los principales alimentos básicos, como caña de azúcar y granos.
La última vez que el fenómeno recorrió el globo fue en el verano boreal de 2009, provocando un descenso en las temperaturas del Hemisferio norte, dijo Phillip Vida, meteorólogo de MDA Weather Services.
Un daño más grave se produjo en 1998, cuando la anomalía en las condiciones del clima provocó la muerte de más de 2.000 personas y miles de millones de dólares en daños a los cultivos, infraestructura y minas de Australia y regiones de Asia.
El panorama aumentará la incertidumbre en los mercados globales de materias primas y de energía, por los efectos que tendría un período extenso de condiciones climáticas extremas sobre los precios del café, el cacao y el gas natural.
En los últimos meses, Brasil está sufriendo su peor sequía en décadas, mientras que la costa este de Estados Unidos está sufriendo una ola polar y zonas de Gran Bretaña han quedado sumergidas por inundaciones extremas.