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LIMA, 24 nov, 24 Nov. (Reuters/EP) -
- Perú revisó su proyección de resultado fiscal para este año y estimó un déficit entre un 0,3 y 0,4 por ciento del PIB, dijo el lunes el ministro de Economía, Alonso Segura, el primer saldo negativo desde el 2010 en momentos que el Gobierno ha puesto en marcha medidas tributarias para reactivar la economía.
La estimación anterior apuntaba a un saldo fiscal de cero para este año. En el 2010, Perú registró un déficit fiscal de 0,2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
"Perú a partir de este año, no del próximo, va a tener déficit fiscal ligero, probablemente 0,3 o 0,4 por ciento del PIB, tenemos grandes necesidades en infraestructura, no sólo gasto social, y apuntalar la recuperación de la economía", dijo Segura en la conferencia Banking and Finance Day.
La semana pasada, Segura anunció la revisión del déficit fiscal para el próximo año, a cerca del 2 por ciento del PIB, desde una brecha de 0,4 por ciento estimada anteriormente.
El ministro indicó que el Gobierno requerirá ahora de fuentes de financiamiento, entre ellas el mercado de deuda, luego de contemplar un déficit fiscal "moderado" en el 2015.
"Una buena noticia para los mercados es que vamos a salir más frecuentemente con operaciones y se va a dar más liquidez a nuestros instrumentos de deuda", precisó Segura.
Consultado sobre si Perú saldría al mercado local o global, Segura respondió: "Podemos salir al mercado internacional para emitir deuda local como lo hicimos en la última emisión, en que el 80 por ciento fue deuda o bonos en soles que lo puedes colocar en el exterior atrayendo más inversión al país".
La economía peruana se ha desacelerado este año debido principalmente a la continua caída de su producción minera - un sector clave - y a la ralentización de las inversiones.
El Gobierno del presidente Ollanta Humala anunció la semana pasada una propuesta para reducir desde el próximo año en dos puntos porcentuales el Impuesto a la Renta que pagan las empresas, a un 28 por ciento desde el 30 por ciento actual, e ir bajándolo gradualmente hasta llegar al 26 por ciento en 2019.
Esta iniciativa es parte de un conjunto de medidas en las áreas laboral, tributaria y fiscal destinadas a apuntalar la economía local, que este año crecería 2,8 por ciento, desde la expansión del 5,8 por ciento registrada el año pasado.