Por Carlos Calvo
MEXICO DF (Reuters/EP) - La selección mexicana de fútbol logró el miércoles una bocanada de oxígeno dentro de la eliminatoria de la Concacaf para el Mundial Sudáfrica 2010, con un angustioso triunfo en casa 2-1 sobre su clásico rival Estados Unidos.
El visitante enmudeció a un repleto estadio Azteca, en la capital mexicana, abriendo el marcador a los 9 minutos con un potente disparo de Charlie Davies, pero el local emparejó la cuenta a los 19 a través de Israel Castro.
En el ocaso del encuentro, a los 81, Miguel Sabah, quien había entrado de cambio unos minutos antes, marcó el tanto que le dio a México la victoria.
"Hoy me voy contento a la cama, es un día para estar tranquilo y echarse un par de chelas (cervezas), pero mañana hay que trabajar", dijo en rueda de prensa el entrenador Javier Aguirre con un semblante de alegría.
"Dimos un brinquito, creo que vamos por el camino correcto, el fútbol bonito y espectacular aún está por llegar, pero hoy adquirimos una gran dosis de confianza", agregó.
Con el triunfo, México suma 9 unidades, y quedó por detrás del líder Costa Rica, que suma 12 puntos, y Estados Unidos, que tiene 10. Más atrás aparecen Honduras con 7, El Salvador con 5 y Trinidad y Tobago con 2.
Más tarde se enfrentarán Trinidad y Tobago ante El Salvador, y Honduras frente a Costa Rica.
Los tres primeros del hexagonal final de la Concacaf clasifican al Mundial, mientras que el cuarto debe jugar un repechaje ante el quinto de la eliminatoria sudamericana.
"No estaba en el script ponernos debajo en el marcador, no habíamos planificado ir debajo tan pronto, eso ayudó para que el equipo reaccionara y salvara la situación", destacó Aguirre sobre el desarrollo del encuentro.
Al final del partido, los más de 100,000 aficionados que coparon las gradas del estadio Azteca despidieron al equipo con aplausos.
"Hoy si me voy contenta, pues México jugó bonito y además ganó, fue un poquito sufrido (el triunfo) pero así se siente mejor y más que fue sobre nuestros odiados rivales", dijo Ana Espinoza, una muchacha que llevaba la cara pintada de verde, blanco y rojo, los colores de la bandera mexicana.