Actualizado 02/07/2015 23:51

Agricultores de Centroamérica afectados por roya abandonan el café y cultivan tomates

Por Marcy Nicholson y Nelson Renteria

NUEVA YORK/JAYAQUE, El Salvador, 10 oct, 10 Oct. (Reuters/EP) -

- Los venados ahora pasean libremente y la maleza crece en terrenos agrícolas desiertos en El Salvador, donde Julio Portillo solía cultivar granos de café arábigo hasta que un devastador hongo de roya lo forzó a abandonar el café este año por primera vez en más de dos décadas.

Pese a haber enfrentado en el pasado los bajos precios o el mal clima, el agricultor de la Cooperativa Chahuite, cerca de la capital San Salvador, siempre dedicó una porción de su cosecha al café arábigo.

Sin embargo, este año y ante la tercera temporada consecutiva enfrentando el peor brote en la historia de la región de una enfermedad conocida como roya, no replantó los árboles ni trató a los que sobrevivieron.

Un prolongado declive de precios hasta alcanzar mínimos en siete años cercanos a 1 dólar por libra a fines del año pasado ha vaciado las reservas de efectivo de los agricultores y los ha dejado con poco para invertir en costosos nuevos vástagos que resistan a la roya y con pocas ganas de correr más riesgos.

Poco más de la mitad de los cultivos de café de Centroamérica han sido afectados por el hongo.

"El hongo golpeó duro a los cafetales. Avanzó por la ladera de las montañas y se comió todo", declaró Portillo a Reuters desde su granja en las montañas Jayaque, unos 60 kilómetros al oeste de San Salvador.

Los futuros del café se han recuperado este año y han duplicado el valor a más de 2 dólares por libra debido a sequías que amenazan al principal productor, Brasil. Sin embargo, muchos agricultores prefieren cultivos de menor riesgo.

La mitad de los miembros de la Cooperativa Chahuite han optado por otros cultivos, como tomates y ajíes, o han abandonado la agricultura, afirmó Portillo.

En la temporada que terminó en septiembre, su cooperativa, que tiene poco menos de 121,41 hectáreas de tierra, produjo sólo 153 sacos de 60 kilos de granos de café arábigo, mucho menos que los 4.000 sacos habituales.

Ante las preocupaciones por los daños a los cultivos brasileños, los operadores del mercado afirman que los agricultores necesitan reemplazar la producción perdida para evitar déficits que podrían afectar a grandes cafeteras estadounidenses, como J.M. Smucker Co y Kraft Foods Group Inc.

"Para mi sorpresa (...) los agricultores no renovaron las plantaciones a través del resembrado con variedades resistentes a la roya ni siquiera cerca de los niveles necesarios o con los que nosotros pensamos que comenzarían", comentó Tim Schilling, director ejecutivo de World Coffee Research, con sede en Texas.

Muchos analistas ahora prevén un déficit global del grano por primera vez en cinco años.

Toma más o menos entre tres y cinco años para que un vástago se convierta en un árbol productivo. Los plantones resistentes a la roya cuestan entre 75 centavos y 1,25 dólares cada uno, mucho más que los 40 centavos que cuestan los convencionales, afirmó Schilling.

Eso impide que muchos pequeños y medianos agricultores reemplacen los árboles dañados por la roya.

En septiembre, la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID) anunció que entregaría 10 millones de dólares al Programa Mundial de Alimentos de la ONU para ayudar a personas afectadas por la sequía y la roya del café en Guatemala, Honduras y El Salvador.

Sin embargo, eso no ha sido suficiente para hacer que Portillo y otros agricultores vuelvan al cultivo del café.