Actualizado 02/07/2015 17:29

ANALISIS-Sauditas quieren evitar los errores del pasado frente a la nueva baja del petróleo

Por Rania El Gamal

DUBAI, 14 oct, 14 Oct. (Reuters/EP) -

- Aún atormentado por su fallido intento de evitar una caída brusca de los precios del petróleo con un enorme recorte de la producción en la década de 1980, Arabia Saudita, el mayor exportador de crudo del mundo, está determinado a no cometer el mismo error.

La abundancia de petróleo de la década de 1980, en los primeros días del mercado moderno de crudo, es un recuerdo lejano para la mayoría de los operadores, pero ha resurgido recientemente en conversaciones con funcionarios saudíes y analistas veteranos, que lo consideran como el momento decisivo detrás de la estrategia del reino para proteger su participación de mercado en el mediano plazo.

Si bien la reciente baja del crudo, de un 25 por ciento a menos de 90 dólares por barril, sigue siendo modesta cuando se la compara con el desplome de la década de 1980, en el que el crudo se desplomó desde 35 dólares a menos de 10 dólares por barril, muchos observadores ven similitudes en un mercado mundial que está por pasar de una era de escasez a una de abundancia.

Hace tres décadas, la subida de los precios provocada por el embargo de petróleo árabe de 1973 y por la revolución en Irán en 1979 afectaron la demanda global por el petróleo, mientras que el descubrimiento de petróleo en el Mar del Norte trajo un nuevo flujo de crudo que no provenía de la OPEP.

Con la inundación de petróleo que había en los mercados mundiales, Arabia Saudita se embarcó en una estrategia de defensa de los precios, que en ese momento fue decidida en mayor medida por los exportadores que por el incipiente mercado de futuros.

El reino recortó su propia producción desde más de 10 millones de barriles por día (bpd) en 1980 a menos de 2,5 millones de bpd para 1985.

Sin embargo, otros productores no lo imitaron, tanto dentro como fuera de la Organización de Países Exportadores de Petróleo como nuevas potencias petroleras como Gran Bretaña y Noruega.

Los precios bajaron a mínimos de varios años, lo que llevó a 16 años de déficits presupuestarios en Arabia Saudita que dejaron al país profundamente endeudado.

Finalmente, a fines de 1985, Riad cambió de dirección, acelerando la producción y bajando los precios en una medida que provocó una caída final en los mercados, pero que finalmente allanó la vía para una recuperación gradual.

"El gran error fue que siguieron bajando la producción para tratar de impulsar los precios y los precios cayeron de todas formas", dijo el analista Yasser Elguindi, de Medley Global Advisors.

En vez de eso, debieron haber peleado por participación de mercado, permitiendo que "productores de costos más altos cerraran a medida que caían los precios, lo que están haciendo ahora".

La semana pasada, funcionarios saudíes informaron a agentes del mercado en Nueva York del cambio de política del reino, dejando claro por primera vez que Arabia Saudita está preparada para tolerar un período de precios más bajos -quizás tan bajos como 80 dólares por barril-, con el fin de conservar participación de mercado, reportó Reuters esta semana.

Una fuente del sector dijo que no es que Arabia Saudita esté tratando de bajar los precios, sino que está preparado para permitir al mercado encontrar su piso y tolerar precios más bajos hasta que otros en la OPEP se comprometan a actuar.

El reino ya ha bajado los precios de venta para conservar a sus clientes asiáticos.

Arabia Saudita "podría estar diciendo 'no esperen que nosotros, de alguna forma, asumamos la responsabilidad de administrar todo el mercado del petróleo'", dijo Sadad al-Husseini, ex jefe de la estatal Saudi Aramco.

El Brent cotizaba bajo los 88 dólares por barril el martes, su nivel más bajo en casi cuatro años, porque los operadores percibían que Arabia Saudita no está apurada por frenar el superávit de petróleo.

LOS FANTASMAS DE 1980

Las sombrías circunstancias de la década de 1980 dominaron los años formativos del reinado del rey Abdullah cuando, como regente de facto durante la larga enfermedad de su predecesor el rey Fahdm, se embarcó en dolorosas reformas económicas que allanaron el camino a años de crecimiento.

Luego, a fines de la década de 1990, cuando los precios se debilitaron durante la crisis asiática, los sauditas no quisieron realizar recortes de producción.

"En lugar de eso, cuando Venezuela sugirió que podría producir a máxima tasa, el reino indicó que haría lo mismo", dijo Philip K. Verleger, presidente de la consultora PKVerleger LLC y ex asesor del presidente estadounidense Jimmy Carter.

El resultado fue que los precios volvieron a caer a los niveles de 1986 y sólo se recuperaron después de que los sauditas cambiaron de táctica y que junto con otros miembros y no miembros de la OPEP redujeron la producción.

Volviendo a 2014, Riad ahora quiere prevenir un colapso de los precios sin sacrificar los niveles de producción o la cuota de mercado.

En la década de 1980, fue una caída en el consumo de Estados Unidos y de Europa junto con la subida de producción en el Mar del Norte. Ahora son los miedos a una menor demanda de Asia y el inesperado crecimiento del petróleo de esquisto en Estados Unidos.

El efecto neto es el mismo: un mercado de petróleo que podría vivir años de superabundancia, escenario con el que los sauditas y la OPEP no han tenido que lidiar desde comienzos del 2000, antes de que el auge de China desatara una escalada de los precios que duró una década.

Kuwait, su vecino en el Golfo Pérsico y socio dentro de la OPEP, ya ha dicho que es poco probable que el grupo reduzca la producción de petróleo para dar un impulso a los precios, porque tal decisión no necesariamente sería eficaz.

Venezuela fue el primero de los miembros en instar a una reunión de emergencia para defender el nivel de 100 dólares por barril.

DESUNIÓN DENTRO DE LA OPEP

Otra similitud: la desunión dentro de la OPEP.

Durante la década de 1980, Riad aprendió por las malas que no podía contar con los otros productores de la OPEP, muchos de ellos seguían bombeando a tasas más altas que las cuotas acordadas, lo que dejó a Arabia Saudita soportando la mayor parte de los recortes de producción.

Gran parte de la discordia estaba a la vista del público. Irán e Irak estaban en una guerra total de ocho años. Las acusaciones de Irak de que Kuwait había estado bombeando por sobre su cuota de la OPEP finalmente desató la primera Guerra del Golfo, a comienzos de la década de 1990.

No fue sino hasta fines de 1985 que el asunto estalló. El reino y la OPEP finalmente acordaron recuperar participación de mercado, llevando a una baja a los precios a 10 dólares por barril, pero restableciéndose en el mercado.

Los precios se demoraron 16 años en recuperarse por completo.

"Decidieron que habían tenido bastante, eran los productores principales y subieron la producción y bajaron los precios dramáticamente", dijo Gary Ross, presidente ejecutivo de PIRA Energy Group, quien ha seguido a los mercados desde la década de 1960.

Esta vez, Riad parece estar tomando esa posición desde el comienzo, con un enfoque de preservar los ingresos en el mediano plazo de sus 266.000 millones de barriles en reservas de crudo en vez de tratar de contener la baja de precios y sacrificar su participación de mercado.

"Desde un punto de vista económico, es mucho mejor dejar que los precios caigan", dijo Verleger.

La guerra de precios que emerge "es una guerra de necesidad".