BUENOS AIRES, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Economía de Argentina, Axel Kicillof, ha anunciado que pedirá al juez estadounidense Thomas Griesa que suspenda el fallo que obliga a pagar al país suramericano 1.300 millones de dólares (980 millones de euros) a los tenedores de deuda pública que no se sometieron a las reestructuraciones --conocidos como "fondos buitre"--, para que pueda seguir pagando a los bonistas que sí se acogieron a las mismas.
En una breve rueda de prensa celebrada este lunes en el Palacio de Hacienda, Kicillof ha adelantado que el Gobierno enviará una carta a Griesa solicitando la suspensión del fallo, y ha facilitado esta misiva a los medios de comunicación.
En este texto, el Ejecutivo de Cristina Fernández de Kirchner pide al juez estadounidense "una medida suspensiva de la sentencia que obliga a pagar el total de lo adeudado a los fondos buitre, al momento de hacer el próximo pago de vencimiento de la deuda el 30 de junio".
"Nosotros consideramos que es esencial que el juez Griesa otorgue una medida suspensiva para que Argentina pueda continuar pagando normalmente a los bonistas de la reestructuración", ha dicho, en declaraciones recogidas por el diario argentino 'La Nación'.
Kicillof ha añadido que también "es esencial" para "llevar adelante un diálogo que Argentina necesita que sea en condiciones equitativas para el cien por cien de los acreedores".
Fernández de Kirchner ya expresó el pasado viernes su deseo de "cumplir con el cien por cien de los acreedores". "Con el 92,4 por ciento que aceptó los canjes de 2005 y de 2010, y con los que no ingresaron", dijo en el discurso del Día de la Bandera.
A cambio, pidió "que se generen condiciones de negociación justas, de acuerdo con la Constitución de Argentina, con las leyes internacionales y con los contratos que se firmaron con ese 92,4 por ciento de los acreedores".
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha dejado en firme la decisión de tribunales inferiores de condenar a Argentina a pagar a los 1.300 millones de dólares que debe a los bonistas que no se sumaron a la reestructuración, que son fondos de inversión estadounidenses.
El Gobierno ya ha adelantado que el levantamiento de la medida cautelar que evitaba que el país tuviera que pagar a estos fondos de inversión, llamados "fondos buitre" en Argentina, impide el próximo pago de la deuda a los demás acreedores, previsto para el 30 de junio.