BUENOS AIRES (Reuters/EP) - La presidenta argentina, Cristina Fernández, dijo el lunes que las telefónicas no podrán entrar al negocio de televisión paga, en un repentino cambio a un proyecto de ley que podría debilitar a grandes grupos de medios.
La iniciativa llegó al Congreso en medio de la fuerte pelea que el Gobierno mantiene con el Grupo Clarín -la compañía de medios más grande del país- y podría ser tratado esta semana en la cámara baja.
Hay que "desterrar cualquier duda sincera que legisladores pueden haber tenido en el sentido de que la presencia de las telefónicas podía generar un nuevo monopolio, y también las excusas que les pueden haber servido a otros para no tratar la ley", afirmó Fernández en una conferencia de prensa.
El oficialismo pugna por sacar adelante el proyecto rápido, antes de perder el control del Congreso con el recambio de legisladores de diciembre, tras la derrota que sufrió en las elecciones de medio término en junio.
Una de las principales críticas al proyecto era que, al permitir el ingreso de las telefónicas a la televisión por cable, las grandes multinacionales tendrían la ventaja de contar con sus amplias redes, lo que podría concederles el dominio del mercado.
Telecom Argentina y Telefónica son las dos mayores empresas de telecomunicaciones del país.
El proyecto preveía límites para las telefónicas -como contar con mayoría de capital nacional para ofrecer televisión paga- pero ahora Fernández decidió dejar participar del negocio solamente a las cooperativas.
Muchos opositores creen que con la norma el Gobierno busca que empresarios cercanos se queden con los medios que deban desprenderse los grandes grupos.
La iniciativa busca dar más participación en la radio y la televisión a entidades estatales y sin fines de lucro, pero quedó envuelta en la pelea abierta que sostienen el Gobierno y Clarín, que domina el servicio de televisión por cable en el área metropolitana de Buenos Aires.
El grupo, que cuenta con el periódico más importante del país, un canal de TV abierta y emisoras de radio, recientemente fue obligado a desprenderse de una compañía de televisión paga, algo que la empresa calificó como un ataque del Gobierno porque el órgano antimonopolios ya había aprobado esa operación.
La semana pasada, un ejército de funcionarios del ente recaudador se presentó en la empresa, en un operativo que Clarín calificó como una nueva "presión" del Gobierno.
(Por Nicolás Misculin, Editado por César Illiano)