Por Walter Bianchi
BUENOS AIRES (Reuters/EP) - Argentina lanzará próximamente nuevas medidas cambiarias que apuntan a controlar la evasión tributaria y a reducir la fuga de capitales, que habría alcanzado los 10.000 millones de dólares en el primer semestre.
El ente recaudador de impuestos, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), y el Banco Central trabajan en una resolución conjunta que obligará a personas físicas y jurídicas a justificar ingresos al adquirir dólares en el mercado, dijo el martes a Reuters una fuente de la autoridad monetaria.
"Desde fines del año pasado se viene trabajando con la AFIP, pero todavía no hay detalles sobre la implementación", agregó la fuente, que explicó que "esta será una herramienta que ayude a que las operaciones cambiarias sean genuinas".
La fuente dijo además que la medida "no es una restricción al mercado cambiario".
La nueva medida cambiaria, que entraría en vigencia en los próximos meses, apunta a que cada comprador presente su clave fiscal para realizar una operación, con lo cual el ente recaudador podrá evaluar si el importe de la operación es compatible con la situación fiscal y económica del adquirente.
"Se está trabajando en instrumentar un programa destinado a vigilar y conocer la capacidad de compra de dólares de los contribuyentes", dijo el titular de la AFIP Ricardo Echegaray al matutino Clarín.
La persistente compra de dólares por parte de particulares y empresas como coberturas extrae fondos a la economía real, en momentos en que las variables del país muestran signos de desaceleración.
El Gobierno argentino busca reanudar el ciclo de crecimiento económico tras un duro revés electoral que obligó a la presidenta Cristina Fernández a modificar parcialmente su gabinete y convocar al diálogo a sectores políticos y económicos.
"Las medidas (cambiarias) no apuntan a solucionar el problema de fondo, que es la falta de confianza (y) el drenaje de fondos va a continuar", dijo Rodrigo Alvarez, economista de la consultora Ecolatina.
"Estas medidas atacan las consecuencias y no las causas", afirmó.
La fuga de capitales del circuito financiero argentino fue de unos 10.000 millones de dólares en el primer semestre del año y totalizaría unos 43.000 millones desde el 2007, según estimaciones privadas.
Economistas aseguran que un atenuante para la demanda de divisas en el segundo semestre del año será la caída de la capacidad de ahorro de la población por una elevada inflación.
"Las medidas afectarán a las personas con una capacidad mediana de ahorros, pero por ahora no hay señales en el mercado", dijo un cambista.
El peso argentino en la plaza interbancaria se mantiene equilibrado en torno de los 3,81 por dólar ante la firme política monetaria del Banco Central que regula la liquidez del sistema con compras o ventas de dólares de sus reservas.
En el segmento informal, donde los negocios no tienen control financiero, el peso cotiza también estabilizado a unas 3,865 unidades por dólar.
Algunos empresarios y economistas estiman que el peso debería devaluarse para mantener la competitividad económica de Argentina.