Actualizado 25/08/2009 18:47

Argentina, sin opción a corte de gasto público

Por Guido Nejamkis

BUENOS AIRES (Reuters/EP) - Argentina no tiene más opción que frenar la expansión del gasto público, ya que no puede sostener crecientes erogaciones con menguantes ingresos, mientras da tibios pasos para normalizar sus relaciones con los mercados buscando suplir su apremiante necesidad de crédito.

La actual expansión del gasto público argentino, a casi un 30 por ciento anual, es "insostenible" con el crecimiento de ingresos al 15 por ciento, según analistas, que no esperan un caos económico como el vivido en 2001/2002, pero utilicen una palabra resistida por el Gobierno: "ajuste".

"No veo explosiones sino un proceso de deterioro progresivo si no hay una rectificación de rumbo", advirtió el ex ministro de Economía Roberto Lavagna en una entrevista con Reuters.

El gasto público de Argentina se cuadruplicó desde el 2003 hasta el equivalente a 120.000 millones de dólares, según el ex viceministro de Economía Orlando Ferreres, para quien "es difícil encontrar una solución que no sea impopular".

El país, que registró en julio un déficit financiero tras el pago de intereses de deuda de 571,2 millones de pesos, concluiría el 2009 con superávit primario del sector público, que no incluye los desembolsos para honrar deuda, equivalente a un 0,8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), según la firma de asesoramiento financiero Prefinex.

La estimación contrasta fuertemente con el superávit primario del 2008, equivalente a 3,15 por ciento del PIB. En el 2006, ese indicador fue de 3,5 por ciento del Producto.

Los ingresos fiscales se vienen deteriorando junto a la desaceleración de la economía, que terminaría con una fuerte contracción este año, según economistas privados.

El Gobierno de la presidenta Cristina Fernández sostiene en cambio que la economía se expandirá, pero estadísticas y proyecciones oficiales están ampliamente desacreditadas.

"Antes nadaban en plata. Ahora tienen que hacer sintonía fina, ver a quien le dan, a quien le sacan. No significa que no se pueda hacer, pero si se toma el caso del fútbol, se ve una pésima asignación de fondos", agregó Lavagna, en referencia a una decisión oficial de pagar 155 millones de dólares por año por derechos para televisar fútbol por el canal estatal.

Nicolás Bridger, economista de Prefinex, destacó que en julio se produjo una disminución en el crecimiento del gasto primario, que afectó a la inversión pública y a traspasos a provincias argentinas con finanzas ya debilitadas.

Aún así, un crecimiento del gasto al 29,2 por ciento interanual en julio no es sostenible, según Bridger, para quien "la única opción es el ajuste, ir devaluando un poco el tipo de cambio y ajustar los egresos".

El economista situó el punto de mayor dificultad para el Fisco a mitad del 2010, cuando estimó que será difícil mantener la actual diferencia entre ingresos y egresos.

"La situación no es dramática, pero se achica el margen de maniobra para el Gobierno", aseguró.

Argentina se sustenta con fondos de entes públicos superavitarios para afrontar sus obligaciones, entre ellos el organismo estatal que administra los fondos de pensiones y el Banco Nación.

El país tiene cerrado el acceso a los mercados voluntarios de deuda prácticamente desde que cayó en cesación de pagos en el 2002, pese a la reestructuración de gran parte de ese pasivo realizada en el 2005.

El ministro de Economía, Amado Boudou, se ha trazado como objetivo de su gestión el retorno del país a los mercados voluntarios de deuda de modo de obtener crédito genuino, algo que según Bridger será difícil de lograr este año.

El economista independiente José Luis Espert coincidió. "Hay problemas de caja producto de ingresos que crecen al 15 por ciento y gastos al 30 por ciento. Si esto sigue siendo así en los próximos 12 meses el déficit se duplica y es infinanciable por lo que habrá ajuste", dijo a Reuters.

PROVINCIAS EN APUROS

Economistas dijeron que el deterioro de las cuentas del país podría profundizarse si el Gobierno sale al rescate de las provincias argentinas, que en conjunto tienen un déficit anual estimado en 10.000 millones de pesos.

Pero el diputado Jorge Sarghini, ex ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, dijo que el Gobierno central debe asumir "como propios" los problemas provinciales. Buenos Aires, la provincia más poblada del país, tendría dificultades para pagar salarios después de septiembre, según Sarghini.

El legislador dijo que la precaria situación fiscal terminará en un un ajuste tradicional de caja, que podría ser desordenado si el Gobierno no elabora un plan integral.

"La obra pública, las transferencias a las provincias, se van a ver disminuidas sin programación previa", aseveró, pronosticando que el último trimestre del año "será complejo, complicado", antes de un año fiscal 2010 "muy difícil".

(1 dólar = 3,8725 pesos)