Actualizado 01/09/2009 03:38

Armenia y Turquía avanzan hacia normalización lazos

Por Hasmik Mkrtchyan

EREVAN (Reuters/EP) - Armenia y Turquía se acercaron el lunes para establecer relaciones diplomáticas y reabrir sus fronteras, declarando que firmarán acuerdos dentro de seis semanas bajo un plan para terminar con un siglo de hostilidades.

Los países vecinos no tienen relaciones diplomáticas, una frontera cerrada y una historia de animosidades derivados de la matanza masiva de armenios por los turcos otomanos durante la Primera Guerra Mundial.

Ambos países señalaron que mantendrían consultas internas antes de firmar dos protocolos en el establecimiento de relaciones diplomáticas y desarrollo de lazos bilaterales.

"Las consultas políticas serán completadas dentro de seis semanas, luego de las cuales los dos protocolos serán firmados y enviados a los respectivos parlamentos para su ratificación en cada lugar", dijeron los Ministerios de Relaciones Exteriores de Turquía y Armenia, junto al mediador suizo, en un comunicado.

"Ambos bandos harán su mejor esfuerzo para la oportuna progresión de la ratificación en línea con sus procedimientos legales y constitucionales", indicó.

Turquía rechaza los alegatos de Armenia sobre las muertes en la Primera Guerra Mundial, un elemento decisivo de la identidad nacional armenia, vistas como genocidio, y señala que mucha gente pereció en ambos lados del conflicto.

Según los documentos vistos por Reuters, la frontera - cerrada por Turquía en 1993 - será reabierta dos meses después de que el protocolo de desarrollo de relaciones haya entrado en vigencia.

El plan para normalizar lazos fue anunciado en abril, pero el comunicado del lunes marcó el primer progreso real.

La expectación ha crecido antes de una visita planificada del presidente armenio, Serzh Sarksyan, a Turquía el 14 de octubre, cuando asista al partido de vuelta entre ambos países para las clasificatorias al Mundial de Fútbol.

RIESGO DE ENOJAR A AZERBAIYAN

Sarksyan señaló que no viajará al partido, a cuya primera ronda en Ereván asistió el presidente turco, Abdullah Gul, el año pasado, a menos que la frontera sea reabierta o haya claros signos sobre su reapertura.

Turquía cerró la frontera en 1993 en solidaridad con su aliado musulmán Azerbaiyán, que luchaba con los separatistas apoyados por Armenia en los disturbios de la región de Nagorno-Karabakh.

Pero desde el anuncio de la hoja de ruta, funcionarios del Gobierno turco -enfrentando una reacción de Azerbaiyán- señalaron que la frontera no se reabrirá hasta que Armenia haga concesiones sobre Nagorno-Karabakh.

Reabrir la frontera y establecer relaciones con Armenia mejoraría la influencia de Turquía en la región y ayudaría a su intento por ingresar a la Unión Europea. También daría a la encerrada Armenia un acceso a los mercados turcos y europeos, alejándola de la crisis financiera global.

Pero podría enojar a Azerbaiyán, un proveedor de petróleo y gas para Occidente y abastecedor clave de gas para el proyecto europeo del gasoducto Nabucco.

El conflicto de Nagorno-Karabakh permanece sin resolver, con azerbaiyanos y fuerzas étnicas armenias enfrentándose en una tensa frontera desde un pacto de cese al fuego 15 años atrás.

Bajo el protocolo de relaciones bilaterales, Turquía y Armenia acordaron "implementar un diálogo en la dimensión histórica con el objetivo de restablecer la confianza mutua entre las dos naciones".