Publicado 08/01/2015 12:15

Artistas se muestran desafiantes tras atentado en París, pero temen la censura

Por Johan Ahlander y Ole Mikkelsen

ESTOCOLMO/COPENHAGUE, 8 ene, 8 Ene. (Reuters/EP) -

- Caricaturistas y escritores defendieron la libertad de expresión tras el atentado contra un medio francés, pero la realidad para algunos artistas acusados de insultar al Islam ha sido años de esconderse, protección policial y, en algunos casos, la censura.

Hombres armados encapuchados atacaron las oficinas en París del semanario Charlie Hebdo, y mataron al menos a 12 personas, en el peor ataque insurgente en suelo francés de las últimas décadas.

Entre los doce muertos en Charlie Hebdo, conocido por sus afiladas críticas contra el extremismo islamistas y contra otras religiones, estaban algunos de los principales dibujantes de Francia.

Ya otros artistas antes que ellos, como el sueco Lars Vilks, han sido objeto de amenazas e incluso de violencia.

"Cuando te arrebatan uno de los pocos bastiones de la libertad de expresión que tenemos, y nos lo han arrebatado, ¿quién se atreve a publicar algo?", dijo Vilks.

Los retratos que realizó Vilks de Mahoma, en los que el profeta era representado como un perro, desataran amenazas de muerte y el dibujante fue puesto bajo protección policial. Un grupo iraquí vinculado con Al Qaeda ofreció una recompensa de 100.000 dólares por su cabeza.

"Si haces una caricatura de Jesús o del Papa, la puedes publicar, pero (dibujar a) el profeta Mahoma está prohibido en todos los medios formales. Se regula por una mezcla de miedo y corrección política", dijo Vilks a Reuters.

El artista sueco declara que su carrera se ha dañado por los temores sobre la seguridad de exhibiciones de su trabajo, incluso de obras no relacionadas con el Islam.

Artistas de toda Europa hablaron del miedo que existe a que el ataque a Charlie Hebdo conduzca a la autocensura de la sátira religiosa, especialmente la relacionada con el Islam.

Para los musulmanes, cualquier representación del profeta es blasfemia y las caricaturas y otras representaciones han desatado protestas en todo el mundo islámico.

En 2010, el periódico danés Politiken emitió un comunicado ofreciendo disculpas por publicar una caricatura que molestó a los musulmanes.

"Politiken reconoce y deplora que nuestra reimpresión de la caricatura ofendiera a los musulmanes en Dinamarca y en otros países del mundo"

Hassen Chalghoumi, imán de la mezquita de Drancy, en las afueras de París, destacó la indignación causada por Charlie Hebdo pero rechazó el uso de la violencia como respuesta.

"No estamos de acuerdo con (lo que ocurrió en) Charlie Hebdo. (Hay que combatir) un dibujo con un dibujo, pero no con sangre, no con odio", declaró Chalghoumi.

Por su parte, el escritor británico de origen indio Salman Rushdie opinó que "'respeto por la religión' se ha convertido en una frase para decir 'miedo de la religión'".

"Las religiones, como todas las ideas, se merecen las críticas, sátiras y, sí, nuestra insolencia sin miedo", dijo Rushdie, cuyo libro "Los versos satánicos" llevó al ayatolá iraní Ruholah Jomeini a emitir una fatua contra él en 1989.

William Nygaard, editor de "Los versos satánicos", sobrevivió a un intento de asesinato en 1993, cuando fue abatido por un hombre armado a las puertas de su casa en Oslo tras publicar la novela en Noruega.

"La autocensura es una plaga", advirtió Nygaard, e instó a los medios a preservar la libertad de expresión.

En Dinamarca, el periódico Jyllands-Posten publicó 12 caricaturas de varios artistas en 2005, la mayoría representaciones de Mahoma. Generó una oleada de protestas en el mundo musulmán en las que murieron al menos 50 personas.

El periódico publicó los dibujos tras saber que un escritor danés de historias infantiles no podía encontrar ilustrador para su libro de Mahoma por temor a represalias. Pero la publicación llevó también al debate dentro del país sobre si el periódico había incitado el odio religioso.

Aunque algunos periódicos publicaron las caricaturas en solidaridad con el principio de libertad de expresión, la mayoría de los medios se mantuvieron alejados.

"Espero que estos hechos no tengan ningún impacto negativo en los medios, que no se asusten", dijo el dibujante danés Kurt Westergaard a la cadena TV2 tras el ataque de París.

Westergaard dibujó una caricatura en Jyllands-Posten en la que aparecía el profeta con una bomba en el turbante, un trabajo que casi le costó la vida en 2010.