Por Tetsushi Kajimoto y Stanley White
TOKIO, 19 Sep. (Reuters/EP) -
- La confianza entre los fabricantes japoneses cayó en septiembre desde un máximo en tres años por el temor sobre una desaceleración en los mercados emergentes, aunque el crecimiento de las exportaciones a su ritmo más acelerado desde fines del 2010 sugiere que la economía sigue ganando impulso.
Las políticas reflacionarias del primer ministro Shinzo Abe y el estímulo del Banco de Japón han depreciado al yen durante buena parte de la primera mitad del 2013, y las exportaciones parecen estar beneficiándose de eso a medida que la demanda empieza a mejorar en las principales economías.
Pero la debilidad del yen también aumentó el costo de las importaciones y empujó a la balanza comercial a su décimo cuarto déficit sucesivo en agosto, lo que coincide con una racha récord entre 1979 y 1980 y sugiere el viejo modelo de crecimiento basado en las exportaciones tiene que ser revisado.
"No puedo prever un fin al déficit comercial, aunque las exportaciones seguirán recuperándose debido a la debilidad del yen y la mejoría en Europa", dijo Takuya Hoshino, economista del Dai-ichi Life Research Institute.
"La confianza empresarial se redujo reflejando la desaceleración en las economías emergentes y el impacto de un yen más débil sobre los costos de importación, pero todavía se encuentra en niveles altos. Los datos de hoy confirman una recuperación económica que se extenderá hacia principios del próximo año", agregó.
Un sondeo mensual de Reuters, que está fuertemente correlacionada con la encuesta Tankan del Banco de Japón, mostró que la confianza entre los fabricantes se redujo a más 12 en septiembre, su nivel más bajo desde mayo, desde el máximo en tres años de 16 que alcanzó en agosto.
El índice rebotaría a más 19 en diciembre, según la encuesta a 400 empresas grandes y medianas, de las cuales 275 respondieron entre el 30 de agosto y el 13 de septiembre.
Datos del Ministerio de Finanzas mostraron que las exportaciones aumentaron un 14,7 por ciento en el año hasta agosto, en línea con las expectativas del mercado y registrando su crecimiento más rápido desde agosto del 2010, impulsado por los envíos de autos a Estados Unidos.
Las importaciones aumentaron un 16,0 por ciento, por debajo de las expectativas, debido a que la debilidad del yen acentuó la mayor demanda por combustibles fósiles después de que Japón cerró sus centrales nucleares tras la crisis de Fukushima.
Ello dio lugar a un déficit comercial de 960.300 millones de yenes (9.700 millones de dólares) en agosto.
(1 dólar = 98,9400 yenes japoneses)