Actualizado 22/09/2009 18:30

Bajas expectativas ante cumbre Oriente Medio mediada por Obama

Por Matt Spetalnick

NUEVA YORK (Reuters/EP) - El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, participará por primera vez el martes como mediador en una cumbre entre líderes israelíes y palestinos, pero se ven pocas probabilidades de que logre un gran avance para relanzar las estancadas conversaciones de paz.

Obama realizará su incursión más directa en la diplomacia de Oriente Medio cuando reúna en Nueva York al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y al presidente palestino, Mahmoud Abbas, un día antes de realizar su debut ante la Asamblea General de Naciones Unidas.

Sin embargo, con ambos bandos afianzados en sus posiciones, la reunión -la primera entre Netanyahu y Abbas- podría terminar sólo en un apretón de manos en vez de en el acierto diplomático que los asesores de la Casa Blanca anhelaban.

Todas las partes han buscado bajar las expectativas sobre los resultados del encuentro.

"No tenemos grandes expectativas de una reunión excepto continuar (...) el trabajo duro, la diplomacia día a día que debe ser realizada para buscar una paz duradera", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs.

La mejor perspectiva de Obama para obtener más que sólo simbolismo en las conversaciones sería que encuentre una forma para reducir la brecha entre Israel y los palestinos u obtenga concesiones de buena fe aún más modestas.

Las esperanzas de un gran avance en esta cumbre se debilitaron después de que George Mitchell, el enviado de Estados Unidos a Oriente Medio, dejó la región el viernes sin llegar a un acuerdo con Israel sobre los límites a los asentamientos judíos en la ocupada Cisjordania.

Cada parte ha responsabilizado a la otra por el fracaso de la misión de Mitchell.

POCO PROGRESO TANGIBLE

A pesar de eso, hubo poco progreso tangible desde que Obama fijó al inicio de su mandato en enero alcanzar la paz en Oriente Medio como una prioridad en política exterior, estableciendo un contraste con su predecesor George W. Bush, quien fue criticado internacionalmente por desatender el conflicto.

Un reactivado rol estadounidense en el proceso de paz entre Israel y los palestinos también es visto como una parte importante del esfuerzo de Obama por mejorar la imagen de Estados Unidos ante el mundo musulmán.

Sin embargo, su Gobierno ha hecho pocos progresos en la eliminación de obstáculos en las negociaciones sobre un acuerdo para crear un Estado palestino en Cisjordania y en la Franja de Gaza y para resolver disputas sobre el futuro de los refugiados palestinos y en Jerusalén.

Las relaciones entre Washington y su aliado más cercano, Israel, enfrentan la peor tensión en una década, con el Gobierno derechista de Netanyahu resistiéndose a la presión estadounidense para detener la expansión de los asentamientos.