Actualizado 28/08/2006 16:09

Bolivia.- El Gobierno reconoce que el proceso de nacionalización de los hidrocarburos requerirá de "al menos 20 años"


LA PAZ, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno boliviano reconoce que el proceso de nacionalización de los hidrocarburos requerirá de "al menos 20 años" ya que no será fácil reconstruir la estructura operativa de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) antes de su privatización.

De hecho, el superintendente de Hidrocarburos, Víctor Hugo Sainz, afirmó que se necesita "mucho tiempo" para modificar la normativa y establecer el escenario adecuado para ejecutar la nacionalización, decretada el 1 de mayo por el presidente, Evo Morales.

"Se han tomado 10 años en destruir la industria, y el Gobierno lo está construyendo en seis meses. El proceso va a tomar 10, 15 ó 20 años y quien diga en dos años no sabe de que está hablando. Está creando falsas expectativas no sé por qué motivos", indicó Sainz.

En una entrevista a un periódico local, recogida por Europa Press, recordó que pese a contar con la nueva Ley de Hidrocarburos y el decreto de Morales, el marco legal todavía no está claro, motivo por el que las inversiones para este sector se han "paralizado".

"AFINAR" LA NORMATIVA

"Ahora los potenciales capitales esperan reglas claras para poder operar (...) El proceso de nacionalización es un arduo camino, que puede tomar muchos años, no sólo seis meses o 180 días", insistió el superintendente de Hidrocarburos.

Además, subrayó que la actual normativa con la que operan las empresas petroleras extranjeras tiene que ser "afinada y en algunos casos modificadas", para adecuarse a la coyuntura por la que pasa Bolivia con la administración de Evo Morales.

"Si bien existen expectativas por parte de la oposición sobre la nacionalización que encara Morales, en el pasado los representantes de ese sector se encargaron de destruir la industria, proceso que les tomó unos 10 años. Ahora que no vengan a reclamar", añadió.

Por último, reconoció que aunque la nacionalización avanza "a paso lento" y que los cambios en el sector regulador acaban de empezar, son conscientes de que las normas legales no están aún claras, y que por ello no pueden cumplir con sus objetivos.