Por Kevin Plumberg
HONG KONG (Reuters/EP) - Las acciones alcanzaron el jueves en Asia su máximo en 10 meses lideradas por las energéticas, aunque algunos inversores se preguntaban si el momento optimista por los resultados corporativos justifica el alza en los valores.
El dólar rondaba mínimos de siete meses mientras se producían ventas masivas de yenes, con los operadores básicamente siguiendo a los mercados bursátiles como indicadores de la inclinación de los inversores a tomar riesgos.
La recuperación en las bolsas globales ya lleva cuatro meses y ha puesto presión sobre ambas monedas, que actúan como refugio durante períodos de crisis.
La última serie de resultados corporativos en Estados Unidos ha sido variada, con cifras lo suficientemente sólidas en Apple Inc y Starbucks Corp para impulsar al Nasdaq a su undécimo día consecutivo de ganancias, mientras que los resultados de Morgan Stanley fueron decepcionantes.
Sin embargo, el ritmo de las revisiones positivas para las estimaciones de ganancias así como las señales económicas de mejoría ponen cada vez más optimistas a los inversores sobre las perspectivas de crecimiento en Asia.
El índice Hang Seng de Hong Kong era el que mostraba más ganancias en la región. Tras reroceder un 1,3 por ciento el miércoles, el índice subía un 2,9 por ciento, liderado por las acciones de inmobiliarias y productores de materias primas.
Algunos inversores estaban comenzando a cuestionar si los precios de las acciones reflejan los fundamentos de la economía, especialmente en sectores calientes.
El índice Nikkei de la bolsa de Tokio cerró con un alza del 0,7 por ciento, apoyado en las subidas de exportadores como Kyocera Corp.
Desde que tocó un mínimo de dos meses el 13 de julio, el índice ha repuntado un 8,2 por ciento.
El índice MSCI de acciones asiáticas no japonesas subía un 1,14 por ciento, liderado por las ganancias de las energéticas. Desde el 13 de julio, el índice ha trepado un 13 por ciento y el jueves alcanzó su nivel más alto desde septiembre.
El precio del petróleo revirtió pérdidas tempranas y mostraba una ligera ganancia, pese a que la perspectiva para la demanda de energía en los principales consumidores del mundo sigue siendo incierta.
El crudo estadounidense para entrega en septiembre subía 5 centavos, a 65,45 dólares por barril,.
En tanto, el dólar sufría una leve presión.
La relación entre el dólar y las acciones ha sido fuerte desde marzo, cuando los inversores comenzaron a cortar sus tenencias en monedas y otros activos seguros e incrementaron su exposición en acciones y otros valores relativamente riesgosos.
El euro se apreciaba un 0,3 por ciento, a 1,4248 dólares.
El yen, otro refugio seguro, sufría ventas masivas. El dólar subía un 0,88 por ciento, a 94,40 yenes.