Por Burton Frierson
NUEVA YORK (Reuters/EP) - Los bonos del Gobierno de Estados Unidos subían en precio el lunes, pues el debilitamiento de las acciones aumentaba el atractivo del refugio seguro de la deuda pública.
Aparte, las próximas adquisiciones de bonos del Tesoro por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos también ofrecían respaldo a los precios de los títulos.
Wall Street parecía estar en un período de dudas sobre la fortaleza de la recuperación económica estadounidense este año, y las preocupaciones llevaron a una apertura en baja en la Bolsa de Nueva York.
Los inversores también estaban nerviosos antes de un encuentro de política monetaria de dos días de la Fed, que concluye el miércoles, pero los planes del banco central para comprar bonos del Tesoro con vencimientos de cuatro a siete años el lunes mantenían un buen soporte para los bonos.
El mercado de títulos públicos "luce un poco más firme. Mucho tiene que ver con que las acciones lucen un poco más flojas", dijo Lou Brien, estratega de mercado de DRW Trading Group en Chicago.
Los bonos del Tesoro a cinco años ganaban 9/32, para una renta de 2,74 por ciento, contra 2,81 por ciento al cierre del viernes.
El precio del bono de referencia, con vencimiento en 10 años, subía 15/32, para una renta de 3,73 por ciento contra 3,79 por ciento el viernes.
Los bonos de plazos más largos, que la Fed comprará a partir del jueves, también se beneficiaban.
El bono a 30 años se acercaba a ganar un punto entero en los primeros negocios de Nueva York. Se cotizaba con un alza de 26/32 para una renta de 4,46 por ciento contra el cierre del viernes a 4,51 por ciento.
Si bien el encuentro de la Fed normalmente dominaría la semana, los funcionarios podrían pasar a un segundo plano mientras los inversores del mercado de títulos públicos se preparan para un volumen récord de subastas de valores que podría saturar el mercado.
De todos modos, los inversores analizarán de cerca el comunicado de la Fed para tener alguna idea sobre las perspectivas del crecimiento y cualquier indicio sobre una posible expansión de su programa de adquisiciones de bonos del Tesoro por 300.000 millones de dólares.
Este programa apunta a mantener bajas las tasas de interés mientras la economía se recupera del declive más profundo en décadas.