Por Helen Popper y Roberto Samora
BUENOS AIRES/SAO PAULO (Reuters/EP) - Una extraordinaria cosecha de trigo y mayores importaciones provenientes de Uruguay y Paraguay ayudarán a Brasil a satisfacer sus necesidades, pese a que una sequía y un conflicto por una política gubernamental amenazan con afectar la producción argentina por segundo año consecutivo.
Brasil, uno de los mayores importadores de trigo del mundo, suele comprar la mayor parte del grano a Argentina, donde la última cosecha se contrajo casi la mitad, lo que golpeó a su sector exportador y forzó a su gigante vecino a buscar suministros más caros de Estados Unidos y Canadá.
Pero las compras brasileñas previsiblemente serán mucho menores a lo que habían pronosticado algunos analistas de la industria, debido a los mayores suministros e inventarios en la temporada 2009/10 y las importaciones alternativas libres de impuestos de miembros más pequeños del bloque comercial regional del Mercosur.
"Las importaciones de trigo uruguayo y paraguayo hechas por Brasil han aumentado en los últimos años (...) Como ven que Argentina tiene problemas con la zafra y el precio está bien, entonces el productor tanto de Paraguay como de Uruguay aumentaron su producción", dijo a Reuters Lawrence Pih, presidente ejecutivo de Moinho Pacifico, el mayor molino de trigo de América Latina.
"Irónicamente, podría ser más holgada para el 2009/10", agregó.
El Gobierno de Brasil estimó previamente este mes que las importaciones caerían 5,6 millones de toneladas, el menor nivel en cinco años, en parte debido a los pronósticos que indicaron otra gran cosecha de 5,6 millones de toneladas.
SUELOS RESECOS
Argentina tradicionalmente fue uno de los cinco mayores exportadores de trigo del mundo, pero la pobre cosecha de 8,4 millones de toneladas de la temporada pasada provocó una caída de las exportaciones e hizo que quedara en el puesto número seis, de acuerdo al Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés).
Las exportaciones podrían derrumbarse a 4 millones de toneladas en el año 2009/10, frente a los 5,5 millones de toneladas estimadas del año pasado, dijo el USDA en su último reporte mensual.
Los productores del país están sembrando nuevo trigo en las praderas de las Pampas, pero los suelos resecos impiden la plantación en varios sectores y se prevé que el área sembrada caerá un 40 por ciento con respecto al año pasado y será la menor desde que se tiene registro.
Grupos de productores dicen que los límites a las exportaciones y los controles de precios para controlar la inflación también son los culpables de que compradores clave como Brasil hayan buscado trigo en otra parte.
"Nos preocupa mucho porque como a cualquier empresa le preocupa perder clientes", dijo David Hughes, presidente de la asociación argentina de trigo ArgenTrigo.
"Seguramente va a sobrar para consumo interno, pero lo que sobre no va a poder abastecer todo lo que necesita Brasil y eso va a obligar a Brasil a buscar trigo a otros países", afirmó.
El problema de suministro en Argentina es favorable para productores de las pequeñas naciones vecinas Paraguay y Uruguay, que tienen acceso libre de impuestos al mercado brasileño como miembros del Mercosur, y por lo tanto una ventaja sobre otros proveedores como Canadá.
"Lo que le podamos vender ellos van a comprar, siempre y cuando las calidades que nosotros presentemos sean adecuadas. Estamos esperando una buena campaña. Hasta hoy el trigo está en buenísimas condiciones", dijo Luis Cubilla, de la Cámara de Exportadores de Cereales y Semillas Oleaginosas de Paraguay
(CAPECO).
DEFICIT DEL SUMINISTRO
Brasil también ha recurrido a Uruguay para compensar el déficit de suministro en Argentina.
En la primera mitad del año, las importaciones subieron a 428.000 toneladas desde apenas 87.000 durante el mismo período en el 2008.
Eduardo Blasina, de la firma consultora agrícola Blasina & Tardaguila, basada en Montevideo, dijo que los pequeños productores del país tienen previsto plantar 550.000 hectáreas esta temporada, más que las 476.000 millones del año pasado.
"Si el clima es normal, esto significará que un millón de toneladas podrán ser exportadas por primera vez en la historia", sostuvo.
Más de tres años de restricciones a las exportaciones de carne han permitido a Uruguay ingresar en los mercados argentinos, pero los productores de trigo de Argentina esperan poder recuperar clientes si se modifican las políticas agrícolas.
La presidenta Cristina Fernández perdió el control del Congreso en las elecciones legislativas del mes pasado, lo cual elevó las esperanzas de los productores de que el Gobierno introduzca cambios a su política intervencionista.
"Si nuestro Gobierno nos permitiera competir con nuestros vecinos, nosotros vamos a poder competir muy bien con ellos y recuperar el mercado", dijo Hughes, de la asociación argentina de trigo. "Va a depender de lo que nuestro Gobierno considere que es importante", agregó.
(Con reporte adicional de Mariel Cristaldo en Asunción y Conrado Hornos en Montevideo; Editado en español por Magdalena Morales)