Actualizado 17/03/2011 21:32

Brasil.- Rousseff promete que el espectro de la inflación no volverá a Brasil

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
EP/MARCELLO CASAL JR./ABR


BRASILIA, 17 Mar. (Reuters/EP) -

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha prometido que no permitirá que el espectro de la inflación vuelva a Brasil y ha asegurado que su Gobierno podría mantener controlado el aumento de precios sin dañar el crecimiento de la economía.

En su primera gran entrevista a un diario brasileño desde que asumió su mandato el 1 de enero, Rousseff también se ha comprometido a abrir las puertas a la inversión privada en los aeropuertos, que luchan por estar listos para el Mundial de Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.

Rousseff, que ha recortado el presupuesto de este año en cerca de 30.000 millones de dólares (21.414 millones de euros) para sacar algo de presión sobre la activa economía brasileña, ha afirmado en declaraciones al diario 'Valor Económico' que no permitiría que la inflación volviera, "bajo ninguna circunstancia".

Al ser consultada sobre si se le podría dar algo de espacio a la inflación para ayudar a levantar el crecimiento económico, respondió: "Es como esa vieja imagen de estar un poco embarazada: estás embarazada o no lo estás", ha aseverado.

Aun así, Rousseff ha indicado que la economía local podría alcanzar la meta del Gobierno de un crecimiento de un 4,5 al 5 por ciento este año, pese al efecto de los recortes presupuestarios, mayores tasas de interés y crecientes incertidumbres sobre la expansión global en la medida en que aumentan los precios del petróleo.

"Es posible contener la inflación teniendo un nivel sustentable de crecimiento. Estamos tomando medidas sanas y sobrias", ha comentado la mandataria brasileña.

La meta de crecimiento del Gobierno es más optimista que la de la mayoría de los economistas, algunos de los cuales han recortado sus previsiones para la mayor economía de Latinoamérica a menos de un 4 por ciento tras una no sustentable rápida expansión de 7,5 por ciento el año pasado.

La inflación, un problema histórico en Brasil, ha aumentado a un ritmo anual de cerca del 6 por ciento, cifra que se sitúa sobre la meta del Gobierno del 4,5 por ciento anual, con una tolerancia de más o menos dos puntos porcentuales.

Las alzas de precios fueron provocadas en parte por aumentos de los precios internacionales de materias primas en vez de la demanda interna, ha comentado.