Actualizado 17/08/2009 19:30

Cada vez más complicado ingreso de Venezuela a Mercosur

Por Daniela Desantis

ASUNCION (Reuters/EP) - Venezuela deberá esperar un buen tiempo para concluir su adhesión al bloque sudamericano Mercosur, en tanto las reformas radicales del presidente Hugo Chávez continúen irritando a los parlamentarios de Paraguay y Brasil.

La imposibilidad de que el país petrolero pase a formar parte del pacto que integran Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay se suma a los inconvenientes que ha enfrentado el Mercosur en sus esfuerzos para consolidar la integración regional desde su creación hace casi dos décadas.

El protocolo de adhesión fue aprobado por los Congresos de Argentina y Uruguay pero no corrió la misma suerte en las cámaras de Brasil y Paraguay, que han dilatado su aprobación por más de dos años principalmente por cuestionamientos al presidente Hugo Chávez.

El Gobierno del presidente paraguayo, Fernando Lugo, retiró el jueves del Congreso el pedido de acuerdo de incorporación del país caribeño para evitar que una mayoría en el Senado rechace la iniciativa poniendo en riesgo las relaciones entre ambos países.

Lugo se ha acercado a los gobiernos izquierdistas de Bolivia, Ecuador y Venezuela desde que asumió el poder hace un año y cree que el ingreso servirá de contrapeso para equilibrar desigualdades entre las economías más pequeñas y las más poderosas del pacto, que ha menudo generan conflictos.

"Con una negociación un poco más acabada con el Parlamento se podría llegar a una circunstancia favorable. A la larga esto se va a tener que aprobar", dijo el ex canciller de Lugo, Alejandro Hamed, quien asesora al mandatario en temas internacionales y es candidato a embajador en Caracas.

Pero el presidente carece de mayoría en las cámaras y mantiene una tensa relación con el Congreso, muchos de cuyos miembros criticaron la decisión de Chávez de revisar concesiones de radios y canales de televisión que llevaron al cierre de medios en su país.

Otros calificaron al mandatario de "totalitario y pseudodemócrata" y recordaron el protocolo de compromiso democrático firmado por los miembros plenos del Mercosur y sus asociados, Bolivia y Chile, hace más de una década en la ciudad argentina de Usuahia.

"Básicamente lo que colisiona es la cuestión ideológica y esto parece estar por encima de las cuestiones económicas y comerciales", dijo a Reuters un ministro del Gobierno del ex presidente paraguayo Nicanor Duarte, que también buscó promover la adhesión y quien pidió no ser identificado.

Venezuela es el principal proveedor de combustible al mercado paraguayo y un potencial mercado para la soja y carne vacuna local. Chávez no asistió a la última cumbre de presidentes del bloque en Paraguay, pese a que su presencia había sido anunciada por autoridades del país anfitrión.

CUESTA ARRIBA EN BRASIL

En Brasil, el pedido de adhesión fue aprobado por la Cámara de Diputados y está estancado desde hace meses en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, donde existen corrientes a favor y en contra, incluso de aliados del Gobierno pese al apoyo del presidente Luiz Inácio Lula da Silva a la iniciativa.

El proyecto encuentra un camino cuesta arriba para la votación por la dura resistencia de la oposición y algunos legisladores del bloque oficialista.

El Senado de Brasil ha tenido varios entredichos con Chávez, quien se ha quejado de las demoras en aprobar la iniciativa y llegó a acusar legisladores brasileños de seguir los dictados de Estados Unidos, blanco frecuente de duros ataques del mandatario.

Aunque Lula ha declarado públicamente su apoyo a la llegada de Venezuela al bloque, algunos de sus aliados, como el titular del Senado, José Sarney, se han declarado contrarios por sus reparos hacia la gestión de Chávez.

El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Eduardo Azeredo, es un duro crítico del mandatario venezolano y ha dicho que no tiene ningún apuro en poner a votación el pedido.

Azeredo, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), dijo en marzo a Reuters que era contrario a la iniciativa. "La situación de Venezuela ha empeorado, camina rápidamente hacia un régimen totalitario", afirmó entonces. "No tengo esa voluntad de una aprobación rápida, no tengo plazos", agregó.

Con Venezuela dentro, el Mercosur sumará 25 millones de habitantes, una economía que supera los 100.000 millones de dólares y la mayor fuente de energía del continente americano.

Para la analista política paraguaya Milda Rivarola, "sumar a un Mercosur en crisis un país cuyo gobierno es conflictivo de por sí carece de sentido". "Da la impresión de que esto no va a ocurrir", aseveró.

(Con reporte de Julio Villaverde en Río de Janeiro, editado por Gabriela Donoso)