Por Pete Sweeney
SHANGHÁI, 9 dic, 9 Dic. (Reuters/EP) -
- Las acciones chinas se desplomaron el martes y un índice clave anotó su mayor caída diaria desde la crisis financiera, un movimiento que revierte una corriente alcista de dos semanas alentada por las especulaciones de que el banco central relajaría aún más su política monetaria.
La volatilidad se apoderó también de los mercados de deuda, en los que el yuan sufrió su mayor baja frente al dólar desde 2008, debido a las especulaciones de un posible recorte de los requerimientos de encaje bancario, lo que podría inundar el mercado con la moneda local y que se depreciaría frente al dólar.
Los movimiento siguen a la sorpresiva decisión de noviembre del Banco Popular China de bajar su tasa de interés en respuesta débiles datos macroeconómicos.
En meses recientes las cifras de comercio exterior han sido más bajas de lo esperado, una señal de amenaza de deflación y de que el sector inmobiliario -uno de los motores del crecimiento- no ha conseguido despegar pese al relajamiento de regulaciones.
"Más volatilidad será la nueva normalidad", dijo Zheng Weigang, jefe de inversiones de Shanghái Securities. Sin embargo, sostuvo que los reguladores no necesariamente estarán satisfechos con el resultado.
"La abrupta alza reciente de los mercados accionarios muestra que el dinero liberado por la baja de tasas del Banco Popular de China no se ha dirigido a la economía real y eso está preocupando a los reguladores", añadió.
En el mercado accionario, el índice Shanghái Composite abrió el martes en un máximo de tres años y medio antes de caer en la tarde y perder más de un 5 por ciento, la mayor baja diaria desde 2009, porque los inversores tomaron ganancias en sectores como la banca y los bienes raíces.
China parece encaminada a no cumplir con su objetivo de crecimiento este año, por primera vez desde 1999, con un resultado que será el más bajo en 24 años.
Algunos influyentes asesores están recomendando a los líderes del país que recorten su previsión de crecimiento para 2015 a un 7 por ciento, en la reunión del martes para diseñar los planes económicos y reformas del próximo año.
En los mercados de moneda, el yuan al contado bajó casi un 0,5 por ciento a 6,2007 unidades por dólar, acelerando una caída que se inició el 21 de noviembre con la baja de tasas.
No obstante, el alza de la volatilidad no debería ser una sorpresa para los inversores porque Pekín ha dicho en repetidas ocasiones que dará más libertad a los mercados para que fijen los precios.
"Desde hace tiempo hemos creído que la volatilidad de la moneda china debería aumentar y los recientes movimientos de precios son una clara señal de eso", escribieron en una nota de investigación economistas de HSBC.