Actualizado 07/07/2009 19:03

Caída de producción fabril británica en mayo oscurece esperanzas

Por Fiona Shaikh y Sumeet Desai

LONDRES (Reuters/EP) - La producción manufacturera de Gran Bretaña bajó imprevistamente en mayo, reduciendo las esperanzas de que la economía ya ha regresado al crecimiento y generando expectativas de que los funcionarios tendrán que hacer más para estimular la recuperación.

Los datos del martes incrementaron las preocupaciones de que la economía sigue lejos de una recuperación duradera y reforzaron las especulaciones de que el Banco de Inglaterra votará a favor de expandir su esquema de flexibilización cuantitativa por 125.000 millones de libras esterlinas en su reunión mensual de esta semana.

La Oficina de Estadísticas Nacionales dijo que la producción fabril bajó el 0,5 por ciento en mayo, contrarrestando las previsiones de un aumento de 0,2 por ciento. Un incremento reportado inicialmente de 0,2 por ciento en abril fue revisado para mostrar una evolución plana.

La medición más amplia de la producción industrial, que incluye producción de energía y explica casi un quinto de la producción económica, disminuyó el 0,6 por ciento mensual tras un aumento revisado a la baja de 0,2 por ciento en abril.

Los datos hicieron caer la libra esterlina porque empañaron las expectativas de que la economía haya repuntado en el segundo trimestre después de sufrir en los tres primeros meses del año la caída más aguda en 50 años.

También llevaron a los académicos del Instituto Nacional de Investigaciones Económicas y Sociales (NIESR, por sus siglas en inglés) a revisar su perspectiva de que la economía llegó a su punto más bajo en marzo. El NIESR estima que el producto interno bruto (PIB) bajó el 0,4 por ciento en el segundo trimestre y que ahora la economía se encuentra estancada.

Recientes sondeos de la actividad habían mostrado una considerable desaceleración en el ritmo del declive de la actividad manufacturera y sugirieron que el sector servicios, que explica tres cuartos de la producción total, incluso había comenzado a crecer nuevamente.

"Quizá nos estábamos poniendo demasiado optimistas", dijo Brian Hilliard, economista de Societe Generale.