Actualizado 03/09/2009 03:34

Canciller Bolivia inspecciona curso de agua en disputa con Chile

Por Diego Oré

FRONTERA BOLIVIA-CHILE (Reuters/EP) - Bolivia planteó el miércoles un plazo de cuatro años para demostrar que el Silala, en la frontera con Chile, es un manantial que les pertenece y no un río internacional como sostiene su vecino, en otra disputa entre ambos países sin relaciones diplomáticas.

El canciller boliviano, David Choquehuanca, inspeccionó el curso de agua del Silala y prometió no firmar un recién negociado acuerdo con Chile sobre ese vital recurso si el documento no es respaldado por autoridades y organizaciones cívicas de la región donde está ubicado, en el inhóspito altiplano a unos 800 kilómetros al sudeste de La Paz.

"Durante más de 100 años los chilenos se llevan nuestras aguas sin pagar ni un centavo, ahora queremos que Chile pague el 100 por ciento de las aguas del Silala y esperamos lograr esto al cabo de cuatro años", dijo tras terminar en la frontera una caminata de cinco kilómetros a la vera del Silala.

El Silala nace en el altiplano boliviano y se interna en el desértico norte de Chile, donde, pese a su escaso volumen, resulta imprescindible para la industria minera.

El acuerdo al que se refirió Choquehuanca fija un plazo de cuatro años para estudios que determinarán, principalmente, si el Silala es un río internacional, como considera Chile, o sólo un manantial, como sostiene Bolivia.

El documento, resistido por sectores de la oposición conservadora y convertido en uno de los temas de la incipiente campaña electoral boliviana, establece que hasta que se cumpla ese plazo, Chile pagará por el 50 por ciento del agua una cifra que según medios locales llegaría a por lo menos 6 millones de dólares anuales.

Críticos del acuerdo exigen al Gobierno de Evo Morales que obligue a Chile a pagar de inmediato por el 100 por ciento del agua y reconocer además una "deuda histórica" por el aprovechamiento del recurso durante fines del siglo XIX, cuando una guerra convirtió a territorio boliviano en parte del norte chileno.

Choquehuanca no mencionó la "deuda histórica" ni un eventual impacto del caso del Silala en las conversaciones que están en curso entre La Paz y Santiago sobre un acceso soberano de Bolivia al océano Pacífico.

"No vamos a firmar ningún acuerdo de espaldas al pueblo boliviano ni debemos permitir que Chile siga llevándose nuestras aguas", prometió, arrancando aplausos de dirigentes regionales del departamento de Potosí que participaron en la inspección.

Celestino Condori, presidente del Comité Cívico de Potosí, anunció que las organizaciones regionales recibirán el jueves a Choquehuanca en la localidad de Quetena, próxima a la frontera, para fijar "una posición definitiva sobre el acuerdo del Silala con Chile".

En defensa del acuerdo provisional con Chile, Choquehuanca advirtió que Bolivia pierde dinero por cada día que se posterga la entrada en vigencia del documento.

El Silala se encuentra en el extremo de una enorme planicie en la que destacan también las lagunas Colorada y Verde, de creciente interés para la industria turística.

Bolivia y Chile no tienen relaciones diplomáticas desde hace tres décadas, luego de que el país altiplánico comenzó una demanda de una salida soberana al océano Pacífico que perdió en una guerra en el siglo XIX.