Actualizado 02/09/2009 04:40

Chávez abraza a Gaddafi por sus 40 años en el poder

Por Tom Pfeiffer

TRIPOLI (Reuters/EP) - El presidente venezolano, Hugo Chávez, fue invitado de honor en el desfile militar que dio inicio a 6 días de celebraciones para conmemorar los 40 años desde que Muammar Gaddafi asumió el poder en Libia en un golpe de Estado sin derramamiento de sangre.

Chávez llegó a la histórica Plaza Verde de Trípoli para sumarse a los dignatarios y bromear con la prensa antes de felicitar al veterano líder libio, quien llegó vestido con uniforme militar.

Los dos líderes, conocidos por su retórica anti estadounidense, se abrazaron y se sentaron juntos, rodeados de jefes de Estado africanos, como el tunecino Zine al Abidine Ben Ali y el argelino Abdelaziz Bouteflika, y decenas de oficiales de alto rango del Ejército.

Bandas militares de 17 naciones, incluyendo Francia, Italia y Australia, tocaron en el acto y aviones italianos hicieron acrobacias sobre el Mediterráneo en honor a Gaddafi.

Vehículos blindados y camiones cargados con misiles pasaron a través de nubes de humo en una parada que duró dos horas.

Las fotos de Gaddafi estaban por todas partes, mientras lienzos colgados decían: "La verde Libia acoge a hermanos y amigos".

Los festejos tienen como objetivo demostrar al mundo que Libia, un país exportador de petróleo que durante décadas estuvo aislado y sometido a fuertes sanciones económicas, está abierto de nuevo a las inversiones extranjeras, dijeron los organizadores.

Las relaciones con Occidente llegaron a un punto mínimo en 1980, cuando manifestantes saquearon la embajada estadounidense en Trípoli y Estados Unidos, que acusaba a Libia de organizar el ataque explosivo en una disco en Berlín, bombardeó Trípoli, en un hecho que dejó más de 40 muertos, incluyendo a la hija adoptada de Gaddafi.

El país africano respondió eliminando la enseñanza del inglés en sus escuelas.

MEJORAN RELACIONES

Libia ha retirado su apoyo a grupos revolucionarios armados e hizo las paces con Washington al abandonar un programa para construir armas nucleares y pagar indemnizaciones por bombardeos y otros ataques de los que le acusaban países occidentales.

Compañías extranjeras han vuelto al país para buscar petróleo y competir por contratos para construir carreteras, vías férreas, redes de teléfonos y escuelas, mientras Libia intenta recuperar el tiempo perdido.

Gaddafi era un oficial de ejército de 27 años al tomar el poder junto a un grupo de oficiales cuando el Rey Idris estaba en el extranjero por un tratamiento médico.

El líder libio insiste que su sistema de base, en el cual los partidos políticos están prohibidos, finalmente prevalecerá alrededor del mundo. Los críticos señalan que sofoca a los disidentes y es un pretexto para el autoritarismo.

La controversia persigue a Gaddafi, con Estados Unidos y Gran Bretaña enojados por la "bienvenida de héroe" que Trípoli dio a un ex agente libio liberado por Escocia el mes pasado, quien había sido condenado a cadena perpetua por el atentado de Lockerbie en el que murieron 270 personas.

Pese a que se invitaron a decenas de jefes de Estado occidentales a la celebración, los líderes de Francia y Gran Bretaña, cuyos Gobiernos entablaron tibias relaciones con Gaddafi desde que las sanciones acabaron, se mantuvieron al margen.

Estados Unidos declaró que envió a un representante de la embajada a parte de las festividades. El italiano Silvio Berlusconi visitó Libia el domingo para celebrar el primer aniversario de un acuerdo de amistad libio-italiano.

Las autoridades suizas decidieron no participar, en solidaridad con dos ciudadanos suizos que tienen prohibido salir de Libia, dijeron funcionarios del país europeo. Los dos empresarios quedaron envueltos en una crisis diplomática desde el breve arresto del hijo de Gaddafi, Hannibal, en Ginebra en julio del 2008.