Actualizado 26/03/2010 19:50

Chile.- El terremoto provocó más de 8.000 despidos por causas de fuerza mayor en Chile, según el Gobierno


SANTIAGO, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un total de 8.417 personas han sido despedidas por causas de fuerza mayor como consecuencia de los efectos que el terremoto del pasado 27 de febrero ha tenido para el sector productivo en Chile, según informó este viernes la ministra del Trabajo, Camila Merino, que anunció bonificaciones para las empresas afectadas que no despidan o incluso contraten a nuevos empleados.

Según la ministra, la región donde más despidos ha habido ha sido en la Metropolitana, donde se encuentra Santiago, con 3.651 personas que a fecha de hoy han perdido su trabajo, mientras que en la región de Biobío, una de las más afectadas por el seísmo, los despedidos ascienden ya a 3.450.

Por otra parte, según Merino, en la región de Maule, donde se ubicó el epicentro del terremoto de más de 8 grados en la escala Richter del que mañana se cumple un mes, ha habido 540 despidos, y en la región de Libertador O'Higgins son ya 420 los nuevos parados.

La ministra aclaró que los trabajadores que se sientan afectados deben recurrir a la Dirección del Trabajo y en caso de no haber acuerdo se puede llevar la causa a los tribunales laborales para juzgar el caso adecuadamente.

Asimismo, Merino advirtió de que las empresas que apliquen mal la causa de fuerza mayor contemplada en la legislación chilena se arriesgan a pagar una indemnización adicional del 50%.

Frente a esto, añadió, aquellas empresas que, pese a resultar afectadas por el terremoto, opten por contratar o mantener a sus trabajadores, recibirán una bonificación. En el primer caso, ésta será equivalente al 40% del sueldo mínimo, mientras que en el segundo corresponderá a un 50%. El total de ambas medidas tendrá un costo de 12.000 millones de dólares, aclaró.

En todo caso, la ministra subrayó que las cifras de despidos podrían bajar, ya que hay varias empresas que están desistiendo de despedir, y en concreto citó el caso de una constructora en Biobío que volvió a contratar a 900 trabajadores.