Actualizado 15/09/2009 00:03

COLUMNA-A un año de Lehman, las buenas noticias: Rolfe Winkler

Por Rolfe Winkler

NEW YORK (Reuters/EP) - Mis lectores saben qué tan pesimista soy sobre la economía. La "recuperación" es sólo una burbuja de crédito alimentada por el Gobierno e implica el retorno a los usuales negocios riesgosos para el sector bancario.

Pero eso no implica que no haya buenas noticias que reportar. Por ejemplo, menos crédito en la economía significa deflación, y deflación significa que las cosas salen más baratas.

Comiencen con el costo de las necesidades básicas, como el techo. Los precios de las casas cayeron un 31 por ciento, según los últimos datos de Case-Shiller (http://r.reuters.com/kys26d).

Eso podría hacer estragos en las hojas de resultados de los bancos, pero es grandioso para los consumidores.

Las rentas también caen. Yo mismo me entusiasmé al ver que tendría dos meses gratis en mi nuevo alquiler. Esos términos eran inimaginable dos años atrás.

La energía no es barata, pero gracias a la menor demanda es más barata. El petróleo ha caído a cerca de 70 dólares por barril tras tocar los 147 dólares 14 meses atrás.

Una deflación puede además mejorar la posición competitiva de una economía.

En el corto plazo, significa más desempleo, pero en el largo plazo significa mejor productividad.

Si, por ejemplo, los empleados administrativos pueden trabajar por menos dinero, Estados Unidos dejaría de perder empleos industriales.

Una gran explicación de las presiones deflacionarias es que los bancos están prestando menos dinero.

Si, eso es un buena noticia. Significa que los niveles excesivos de crédito están siendo retirados del sistema.

El crédito no es algo malo, pero demasiado crédito infla burbujas de manera insostenible.

A nivel individual, eso significa que mantener el nivel de vida no implica estirar las tarjetas de crédito y tomar un préstamo sobre la vivienda.

Las estadísticas sugieren que las familias están pidiendo menos dinero y ahorrando más.

Hasta julio, el crédito al consumo había caída un 4,2 por ciento (http://r.reuters.com/vys26d ) sobre los anteriores 12 meses -el ritmo más rápido desde 1991- mientras que la tasa de ahorros personales tocó un 5 por ciento en el segundo trimestre (http://r.reuters.com/gat26d ).

Los bancos también están quitando efectivo. Los más grandes han captado miles de millones de dólares con la emisión de nuevas acciones desde que fueron sometidos a pruebas de tensión, lo que les dio mayores colchones de liquidez para absorber futuras pérdidas.

Y algunos de los rescates del Gobierno están siendo retirados tal como estaba previsto. La Fed dejará pronto de imprimir dinero para comprar valores del Tesoro y los programas de garantías de deuda de la Corporación Federal de Seguros de Depósito (FDIC) (http://r.reuters.com/xys26d) está siendo desactivado, así como los fondos de dinero del Tesoro (http://r.reuters.com/dat26d ).

Por su parte, los gobiernos estatales y locales se enfrentan a la realidad de sus presupuestos, hacen recortes y elevan impuestos para ponerse de nuevo en un camino sostenible.

Un buen ejemplo es Flint, Michigan, donde los encargados la ciudad están ahora "planeando un encogimiento".

Esto reduce los costos operativos de la ciudad: hay menos aceras que reparar y rutas más cortas para los recolectores de basura.

¿Y a quien no le gusta los escándalos que traen las crisis?

Bernie Madoff recibió 150 años de prisión. Lehman, Bear Stearns, Merrill Lynch, Wachovia y WaMu ya no están, víctimas de su propia arrogancia.

Esa es la clase de ajustes que una economía dinámica debe hacer para florecer en el mediano plazo. Un mayor desempleo es una consecuencia infortunada al comienzo del proceso.

Yo debería saberlo, perdí mi empleo en una empresa de internet este año por efecto de la recesión - pero en el largo plazo la gente terminará empleada en mejores condiciones.

Piensen en los miles de banqueros de inversión que perdieron sus empleos el año pasado. ¿Fue eso algo malo en el largo plazo? Piensen en todo el talento que ahora no está siendo derrochado en generar comisiones para los bancos.

Necesitamos más destrucción creativa, no menos. En el largo plazo tornará más competitiva a la economía.

Y una mayor productividad es el ingrediente mágico que permite crecimiento sostenible de largo plazo.