Actualizado 28/02/2014 20:59

COLUMNA-Para los productores de cobre, los mayores problemas están en la superficie: Kemp

(John Kemp es analista de mercados de Reuters. Las visiones expresadas son personales)

Por John Kemp

LONDRES, feb 28, 28 Feb. (Reuters/EP) -

- Los productores de cobre han luchado por elevar su producción aún a pesar de que los precios del metal se han cuadruplicado desde comienzos del siglo, un desempeño vergonzosamente pobre para la industria.

Los productores suelen culpar al decreciente grado del mineral en yacimientos muy maduros por su fracaso en responder con mayor suministro a la escalada de precios.

Pero las barreras reales al crecimiento de la producción de cobre, como sucede con el petróleo, están en la superficie y no debajo de ella.

No faltan potenciales depósitos de cobre, incluso si la producción de algunos de los más antiguos yacimientos explotados empieza a decaer.

Las nuevas estimaciones del influyente Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) calculan los recursos cupríferos aún no descubiertos en 3.500 millones de toneladas, más del doble de la base de recursos ya identificados de 2.100 millones de toneladas.

La potencial base de recursos es suficiente para durar 300 años con las actuales tasas de consumo de 20 millones de toneladas por año. Y el reciclaje podría extender el plazo en varios siglos más (http://pubs.usgs.gov/fs/2014/3004/).

El desafío es sacar el cobre de las entrañas de la tierra, en medio de un ambiente político usualmente hostil.

PRODUCCIÓN CONTENIDA

Entre el 2000 y el 2012, los precios del metal rojo subieron a una tasa promedio compuesta del 13 por ciento por año, pero la producción creció apenas un 2,6 por ciento al año (y sólo un 2 por ciento si se excluye el impacto de un mayor reciclaje).

En contraste, los precios del aluminio primario subieron apenas un 2,4 por ciento anual en el mismo periodo, mientras que su producción aumentó un 5,6 por ciento.

El cobre tenía un comportamiento más similar al del petróleo. Sus precios aumentaron un 12 por ciento por año en promedio mientras que su producción creció un anémico 1,1 por ciento.

Hoy en día sólo cinco países (Chile, China, Estados Unidos, Perú y Australia) producen el 60 por ciento del cobre extraído del mundo.

Tan sólo Chile representa un tercio de la producción minera mundial, según el USGS y el International Copper Study Group (ICSG).

El cinturón del cobre de África, que posee algunos de los yacimientos más atractivos del mundo, sigue en gran parte fuera de alcance debido a la inestabilidad política y económica.

NUEVAS FRONTERAS CUPRÍFERAS

Los productores tradicionales han luchado por sostener, ni hablar de aumentar, la producción mientras los grados del mineral disminuyen y los costos aumentan.

Pero se estima que los recursos no descubiertos están distribuidos más ampliamente que las reservas reportadas hasta ahora.

Basados en una cuidadosa evaluación de las condiciones geológicas, el USGS estima que podría haber grandes cuerpos minerales de cobre cercanos a la superficie en el extremo oriental de Rusia y en el este de Siberia, Mongolia; Kazajistán; China; además de Indochina y el sudeste asiático.

Probablemente también hay importantes recursos por descubrir en América del Norte y del Sur, de acuerdo con el USGS, pese a que las zonas ya han sido sondeadas y explotadas.

Asia podría contener entre 770 y 2.400 millones de toneladas en recursos de cobre no descubiertos, estima USGS, en un gigantesco arco desde la costa ártica y Kamchatka hasta el este de Siberia y China, hacia el sudeste de Asia y el archipiélago indonesio.

Los recursos actualmente identificados en la región son modestos frente a los de África y el continente americano, pero muchos de ellos han sido subexplorados.

El USGS apunta que cuatro gigantescos depósitos de metal rojo han sido descubiertos en la meseta tibetana.

Incluso en áreas que en comparación han sido bien exploradas, como Indonesia, los recursos no descubiertos podrían exceder a los ya identificados, según el USGS.

COSTOS DE ENERGÍA

La producción de cobre utiliza enormes cantidades de energía. Cada tonelada de metal refinado consume un equivalente a 22 barriles de crudo, según Ajay Gupta y Charles Hall de la State University of New York ("Energy cost of materials" en "Fundamentals of Materials for Energy and Environmental Sustainability", 2012).

En comparación, producir una tonelada de acero utiliza la energía equivalente a 4,75 barriles de petróleo, mientras que el plomo necesita cerca de 5 barriles y el zinc unos 12. Sólo el aluminio, con casi 31 barriles, utiliza más energía.

El proceso de fundición y refinación del cobre a través de electrólisis requiere cantidades enormes de electricidad.

Pero las fases que consumen más energía son al inicio del proceso, en las etapas de molienda y concentración debido a las cantidades mucho mayores de material manejado en ese punto.

La electricidad se utiliza para ventilación, bombear agua y moler el mineral, mientras que se emplea diesel para arrastre y transporte.

Dos tercios de la energía utilizada en la etapa de minería se ocupa en molienda, según Gupta y Hall.

Conseguir cantidades suficientes de electricidad y diesel confiable y asequible han sido grandes dolores de cabeza para los productores de cobre.

OBSTÁCULOS EN LA SUPERFICIE

Los costos de energía, junto a una caída en el grado del mineral en minas más maduras, han sido destacados por ICSG entre las mayores restricciones financieras y operativas al suministro de cobre.

Sin embargo, ICSG identifica varias otras, entre ellas financieras (el costo de financiar proyectos y salarios); fiscales (impuestos y regalías); operacionales (disponibilidad de agua, regulaciones ambientales y relaciones laborales); y políticas (nacionalismo de recursos y disturbios políticos).

Tomando en cuenta que la producción de aluminio requiere incluso más energía y aún así la producción ha crecido casi tres veces más que la del cobre, la energía claramente no es la mayor restricción. Tampoco el costo capital de los proyectos, según ICSG.

Los obstáculos más bien parecen ser una serie de problemas que gente de la industria describe como "sobre tierra" para distinguirlos de asuntos geológicos "bajo suelo".

Entre ellos están los impuestos y regalías, relaciones con los trabajadores, comunidades locales y grupos ambientales, nacionalismo de recursos e inestabilidad política y legal.

En ese aspecto, los problemas de la industria cuprífera se asemejan a los que refrenaron la producción de petróleo fuera de América del Norte.

Gran parte de los recursos de metal rojo del mundo que han sido identificados y que falta por descubrir están en países empobrecidos y de ingreso medio en los que existe poca estabilidad política, contractual o financiera.

Los recurrentes problemas de Rio Tinto para desarrollar la gigantesca mina Oyu Tolgoi en el sur de Mongolia, un cuerpo de mineral de alto grado de cobre, oro y plata de nivel mundial, son un emblema de los problemas sobre tierra que han obstaculizado los intentos por expandir la producción de cobre en nuevas áreas.

El mundo no se está quedando sin recursos de cobre de alto grado. Hay suficiente cobre para cientos de años. El desafío es extraerlo de ambientes políticos complejos.

(Traducido por Nadia López)