SANA (Reuters/EP) - Las fuerzas del Gobierno de Yemen reportaron el domingo que más de 100 rebeldes murieron en enfrentamientos, incluyendo a dos líderes musulmanes chiítas, mientras se intensifican los combates en el norte del país dos días después de que el Gobierno instó a un cese al fuego.
Yemen, un empobrecido Estado de unos 23 millones de habitantes en la punta de la Península Arábiga, está luchando contra militantes de Al Qaeda y separatistas en el sur, además de afrontar en una rebelión en el norte montañoso que limita con Arabia Saudita.
"Hubo un hallazgo de 100 cuerpos pertenecientes a rebeldes houthis a los bordes de las carreteras fuera de Haraf Sufyan", indicó un comunicado del Gobierno divulgado a la prensa.
"Parece que son miembros que intentaron escapar de los feroces enfrentamientos en la ciudad de Sufyan y fueron perseguidos", agregó.
El Gobierno dijo que dos líderes rebeldes, Mohsen Hadi al-Qaoud y Saleh Jarman, murieron en la zona de Haraf Sufyan, en la provincia de Amran, y que otros fueron arrestados.
Los rebeldes, llamados por el Gobierno como houthis por el nombre de su líder tribal, no confirmaron el reporte.
Los insurgentes señalaron en un comunicado que aviones yemeníes habían bombardeado un distrito comercial cerca de la ciudad de Saada. Una fuente militar dijo que la redada tenía como blanco una estación de gasolina usada para abastecer a los militantes.
El viernes, el Gobierno reiteró las condiciones para un cese al fuego con los rebeldes, quienes rechazaron la propuesta.
El presidente Ali Abdullah Saleh ha señalado que su Gobierno "enfrentará esta sedición en una forma decisiva" si los insurgentes desestiman la oferta de paz.
Las fuerzas yemeníes han usado ataques aéreos, tanques y artillería en una ofensiva descrita por funcionarios como un intento por aplastar las revueltas, lideradas por Abdul-Malik al-Houthi.
La embajada estadounidense en Saná emitió un comunicado instando a ambas partes a retornar a un acuerdo de cese al fuego alcanzado el año pasado, y demandando que se mantenga a salvo a los trabajadores de ayuda. También pidió que se permita el paso de suministros humanitarios para los campamentos de desplazados.
Los rebeldes se adhieren a una rama Zaydi del Islam chiíta, una fuerte minoría tribal en el país de mayoría musulmana sunita.