Publicado 10/12/2013 15:20

Comisiones de Senado México concluyen votación de reforma energética, va al pleno

* Avanza en Senado reforma energética clave para el Gobierno

* Podría ser votada el martes o miércoles por el pleno

MEXICO DF, 10 dic, 10 Dic. (Reuters/EP) -

- Tres comisiones del Senado de México concluyeron en la madrugada del martes las votaciones de una reforma energética que permitirá la inversión privada en la industria de hidrocarburos a través de contratos potencialmente lucrativos, y la enviaron al pleno del cuerpo legislativo para ser debatida.

El proyecto podría ser votado el martes o el miércoles por el pleno de los senadores y ser discutido después por los diputados. El Gobierno espera que quede aprobado este mes.

La reforma establece varias modalidades de contratos para atraer a inversores privados que incluyen los actuales de servicios, los de ganancias y de producción compartida y también licencias.

El Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto considera que la reforma es clave para apuntalar la estancada producción de hidrocarburos y dar un nuevo impulso a la segunda mayor economía de América Latina, décima productora mundial de crudo.

La iniciativa, que fue negociada por legisladores del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del conservador Partido Acción Nacional (PAN), fue aprobada en lo general en las comisiones el lunes y luego pasaron al debate de las reservas presentadas por los legisladores.

En horas de la madrugada, los senadores del PRI y del PAN acordaron que el proyecto fuera enviado directamente al pleno de la Cámara alta sin haber completado una votación definitiva en comisiones.

Este procedimiento legislativo se permite después de registrarse un empate en dos ocasiones en la votación de un artículo del proyecto que haya sido reservado para su análisis, tal y como ocurrió en la sesión.

El izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), cuyos senadores en las comisiones votaron en contra, reiteró sus agrias críticas a la iniciativa, a la que considera una privatización del estratégico sector energético mexicano, que ha estado reservado al Estado desde la nacionalización de 1938.

México lucha desesperadamente por levantar una producción de crudo que se ha estabilizado en alrededor de 2.5 millones de barriles por día (bpd) frente al máximo de 3.4 millones de bpd alcanzado en el 2004, desde donde empezó a declinar.

El proyecto dice que las empresas privadas que participen no podrán registrar como suyas las reservas de petróleo y gas. Pero podrán hacerlo para efectos contables y financieros siempre y cuando se afirme que los hidrocarburos son propiedad de la nación.

Por otra parte, propone que el Estado pague en efectivo para contratos de servicio; un porcentaje de la utilidad para los de utilidad compartida; un porcentaje de la producción obtenida para los de producción compartida; así como la transmisión de hidrocarburos una vez extraídos del subsuelo para las licencias.

La iniciativa, pulida por el PRI y el PAN, es más ambiciosa que la que planteó originalmente el presidente, que sólo consideraba contratos de utilidad compartida, lo que según expertos no era suficientemente atractivo para las firmas privadas extranjeras.

El proyecto también propone la creación del llamado Fondo Mexicano del Petróleo para manejar la renta petrolera, que sería un fideicomiso en el banco central (Banxico) y elimina la política de subsidios generalizados a energéticos para sustituirlos por subsidios puntuales.

Respecto al sector eléctrico, el dictamen plantea que en la transmisión y distribución de energía no se otorguen concesiones, pero que el Estado pueda celebrar contratos con particulares en las demás actividades de esa industria.