Actualizado 13/08/2009 01:12

Congreso argentino debate prórroga a poder tributario Gobierno

BUENOS AIRES (Reuters/EP) - El pleno de la Cámara de Diputados argentina comenzó a discutir el miércoles si prorroga unas facultades otorgadas al Poder Ejecutivo para fijar tributos, entre ellos unos polémicos impuestos a la exportación de granos claves para los debilitados ingresos fiscales.

El oficialismo, en su primera prueba en el Congreso tras la derrota que sufrió en las elecciones de mitad de término en junio, lucha por extender un año esas facultades, que vencen el 24 de agosto, y según fuentes legislativas tiene buenas posibilidades de conseguirlo.

De lograrlo, la Casa Rosada podrá seguir contando con ingresos por más de 8.000 millones de dólares anuales.

Los impuestos, que afectan exportaciones agrícolas, están en el centro de un conflicto que el debilitado Gobierno de la presidenta Cristina Fernández mantiene con el sector agropecuario, uno de los motores de la economía local.

La fijación del valor de los tributos es una potestad del Congreso que fue cedida a la presidencia y el debate en ambas cámaras legislativas determinará si retoman el control de esa atribución.

Tras años de ganar votaciones fácilmente en el Congreso, la facción peronista (justicialista) que gobierna Argentina desde 2003, primero con el presidente Néstor Kirchner y luego con su esposa y sucesora, Fernández, comenzó a enfrentar dificultades para obtener sólidas mayorías legislativas.

Ese problema se agudizará luego del 10 de diciembre, cuando asumirán los legisladores electos en junio y el Gobierno perderá el control del Congreso.

"El escenario más probable es que se apruebe la extensión por un año", dijo a Reuters una diputada peronista, que indicó que el Gobierno cuenta con el apoyo de diputados de grupos de izquierda para mantener los tributos.

La extensión de las facultades, una vez aprobada por la Cámara de Diputados, debe ser analizada por el Senado.

Argentina es uno de los mayores productores de soja, trigo y maíz del mundo, y algunos opositores respaldan la petición de los agricultores de reducir los tributos a la exportación y limitar las facultades de la presidenta sobre impuestos.

Los agricultores, que consideran que las llamadas retenciones desestimulan la producción, llevaron su reclamo a nivel nacional en el 2008 mediante una cadena de huelgas comerciales y cortes de carreteras que ocasionaron un alto costo político al Gobierno de Fernández.

Los tributos a la exportación llegan a un 35 por ciento en el caso de la soja, el mayor cultivo del país.

Pero el Gobierno defiende ese nivel de tributación mientras sufre una caída en sus ingresos por una desaceleración de la economía.

"No consideramos (una derogación de las facultades) porque lo que tendríamos que pedirle al Congreso en ese caso es que nos diga cuáles son los recursos que van a reemplazar los recursos que ellos den de baja, cuáles son los gastos que ellos pretenden bajar", dijo el ministro de Economía, Amado Boudou, a una radio al referirse sobre la votación.

Argentina enfrenta vencimientos de deuda por 13.000 millones de dólares en el 2010.

La desaceleración de la economía ha reducido fuertemente el superávit presupuestario primario del país, que permanece fuera de los mercados de crédito por una disputa con tenedores de bonos en cesación de pagos que rechazaron la reestructuración de la deuda en el 2005.