Publicado 07/12/2014 21:43

Corea del Norte dice que sus seguidores pueden estar detrás de ciberataque contra Sony

Por Kahyun Yang y Jim Finkle

SEÚL/BOSTON, 7 dic, 7 Dic. (Reuters/EP) -

- La prensa estatal de Corea del Norte dijo que el ciberataque contra Sony Pictures podría haber sido obra de defensores de Pyongyang, en un informe publicado el domingo que descarta las acusaciones de que el país de Gobierno comunista es responsable de este "rumor salvaje".

"El 'hackeo' de Sony Pictures Entertainment podría ser un hecho honesto de los seguidores y simpatizantes de la RPDC en respuesta a su llamado", señaló el artículo de la agencia de noticias KCNA, usando el acrónimo del nombre oficial del país, República Popular Democrática de Corea.

El artículo, que es la respuesta más detallada hasta la fecha del país al hecho, acusó a Corea del Sur de "extender el falso rumor de que el Norte estuvo implicado en el ataque".

También advirtió a Estados Unidos de que "hay un gran número de seguidores y simpatizantes de la RPDC en todo el mundo".

Aseguró que los "Guardianes de la Paz", los ciberpiratas que se atribuyeron la responsabilidad del ataque a la unidad de Sony Corp, es uno de esos grupos.

Un diplomático norcoreano descartó que Pyongyang esté detrás del ataque lanzado el mes pasado, aunque una fuente de seguridad estadounidense confirmó que sí es sospechoso.

El ataque cerró la red del estudio durante más de una semana y los hackers publicaron datos sensibles en Internet, incluidos los salarios de sus trabajadores y sus números de la Seguridad Social, junto a versiones digitales de alta calidad de varias películas que todavía no se han estrenado.

Fuentes cercanas a la investigación dijeron a Reuters que Corea del Norte es el principal sospechoso del ataque, en base a pruebas técnicas y la fuerte oposición de Pyongyang a la comedia de Sony Pictures "The Interview", que habla de una trama para matar al líder norcoreano Kim Jong Un y será estrenada en el 25 de diciembre en Estados Unidos.

"The Interview" es protagonizada por los actores James Franco y Seth Rogen como periodistas estadounidenses que son reclutados por la CIA para matar a Kim después de que el autoritario líder les concede una entrevista.

En junio, el Gobierno de Pyongyang criticó la película como un "evidente patrocinio del terrorismo, así como un acto de guerra" en una carta al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.