Actualizado 04/02/2015 10:15

El nuevo puerto de Costa Rica iniciará operaciones en 2018

Puerto Limón, en Costa Rica
Foto: FACEBOOK

SAN JOSÉ, 4 Feb. (Reuters/EP) -  

   El puerto que construye la compañía APM Terminals en la costa caribeña de Costa Rica iniciará operaciones en 2018, tras dos años de demora por conflictos laborales y objeciones ambientales que pusieron en jaque al mayor proyecto de infraestructura del país, según ha explicado este martes un ejecutivo de la empresa.

   La primera etapa del Terminal de Contenedores de Moin (TCM) supondrá una inversión de 670 millones de dólares y podrá operar 1,3 millones de TEUs (Unidad Equivalente a Veinte Pies, por sus siglas en inglés), duplicando la capacidad actual de la nación centroamericana, primer exportador mundial de piña y cuarto de bananas.

   "El reloj de la concesión por 33 años está corriendo y según el contrato de licitación tenemos 36 meses para construir la primera fase del terminal", ha añadido Paul Gallie, director de operaciones de la firma holandesa en Centroamérica, en una entrevista con Reuters.

   El proyecto contempla llegar a una capacidad de 2,7 millones de TEUs y una inversión total de 1.000 millones de dólares. Además, generará unos 1.000 empleos directos y hasta 4.000 indirectos en la deprimida ciudad de Limón, a 160 kilómetros al este de la capital del país, San José.

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   Sin embargo, desde su adjudicación en 2011, la obra se ha enfrentado la oposición de los sindicatos portuarios de la empresa pública Japdeva, que llegaron a cerrar varios muelles el año pasado denunciando que ATM Terminals acaparará el 64 por ciento del comercio marítimo de Costa Rica y pondrá en riesgo las operaciones estatales.

   Además, algunos grupos ecologistas han advertido del riesgo para varias especies protegidas, como las tortugas baulas que desovan en las playas cercanas. Sin embargo, la obra obtuvo luz verde de la Secretaría Técnica Ambiental (Setena) en diciembre tras presentar un plan para minimizar el impacto.

   Ambientalistas y sindicatos han asegurado que continuarán sus esfuerzos legales por paralizar la obra, que cuenta con el apoyo de las cámaras comerciales por la reducción de costes y agilización de operaciones.

   "Hasta ahora ganamos todos (los juicios y casos administrativos). No estamos preocupados por esto", ha asegurado Gallie. APM Terminals es parte del conglomerado danés de transporte marítimo y logística Maersk.

   El nuevo terminal incluirá una isla artificial de 80 hectáreas y un rompeolas de 2,2 kilómetros que permitirá recibir barcos clase Panamax de 4.500 TEUs, casi duplicando el calado de los buques que pueden operar en el país centroamericano.