Actualizado 24/09/2009 15:59

Crece optimismo de Alemania por resultados en cumbre de G-20

Por Madeline Chambers y Emily Kaiser

BERLIN/PITTSBURGH (Reuters/EP) - La cumbre del Grupo de los 20 que se celebra esta semana será clave para las reformas financieras, dijo el jueves la canciller alemana Angela Merkel, advirtiendo que podrían perder impulso los esfuerzos para hacer que el mundo sea menos propenso a sufrir desastres financieros.

Sin embargo, Merkel, hablando antes de partir hacia la cumbre, dijo que los países del G-20 parecían encaminarse en la dirección correcta por ahora, mientras que Axel Weber, responsable del banco central alemán, expresó su optimismo de que los líderes del G-20 puedan acordar cambios en el sistema financiero global.

Los líderes de las mayores economías del mundo se reúnen en Pittsburgh más adelante en el día para discutir la forma de alimentar la frágil recuperación desde la peor recesión global desde la década de 1930, y cómo proteger a la economía contra crisis futuras.

La gran cantidad de problemas que deberá abordar la cumbre de dos días implica que las expectativas para cualquier medida de corto plazo son bajas. Estos temas incluyen desde el modelo desequilibrado del crecimiento global, hasta el cambio climático, el endurecimiento de las regulaciones financieras y los límites a la paga de los banqueros.

Pero Weber dijo a una radio alemana que él era optimista de que la cumbre resultaría más productiva que los encuentros anteriores.

"Estoy satisfecho de que los líderes y los reguladores del G-20 tengan un consenso amplio sobre los temas en la agenda", dijo Weber, quien también integra el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE).

Los líderes europeos presionan para un acuerdo sobre reformas de regulación financiera, mientras que la agenda del presidente estadounidense Barack Obama prioriza un ruego de políticas coordinadas que suavicen los enormes desajustes entre las potencias exportadoras como China y Estados Unidos, país fuertemente endeudado.

Los funcionarios buscan limitar el riesgo excesivo que perturbó a los mercados financieros y hundió a la economía mundial en la recesión, y varios líderes europeos impulsan duras medidas contra los grandes paquetes de incentivos de los banqueros.

El encuentro de Pittsburgh, ciudad que acarrea sus propia historia de declive económico, pues su antigua industria siderúrgica fue desplazada por la competencia global, es la tercera reunión del G-20 desde el colapso del banco de inversióm Lehman Brothers hace un año.

Los líderes del G-20 se reunieron por primera vez cuando la economía global estaba en medio de la peor crisis financiera en generaciones, e incluso los países que habían escapado de la crisis bancaria fueron golpeados por un desplome del comercio global.

Ahora que la recesión en muchos países parece estar terminando, el desafío es sostener el sentido de urgencia visto en abril, cuando el G-20 acordó trabajar en conjunto para rescatar a la economía global y prometió cientos de miles de millones de dólares para financiar los esfuerzos del Fondo Monetario Internacional (FMI) contra la crisis.

En la última señal de que la economía global se reactiva, la Reserva Federal de Estados Unidos dijo el miércoles que el crecimiento ha regresado a la mayor economía del mundo.

Sin embargo, la declaración final del encuentro dirá que persisten los riesgos a corto y largo plazo, y enfatizará que todavía se necesitan más medidas para estabilizar la economía, según reportó el jueves la agencia japonesa Kyodo News, citando a funcionarios vinculados con la cumbre.

El director gerente del FMI Dominique Strauss-Kahn marcó un tono similar, diciendo que los líderes del G-20 deberían mantener los masivos planes de estímulo económico en momentos en que millones de personas que perdieron sus empleos durante la crisis aún siguen fuera del mercado laboral.

"Una vez que se apague el incendio, quedará agua por todos lados y habrá que sacarla", dijo a la radio Europe 1.

"En Pittsburgh, tenemos que decir que aún hay incendios que debemos apagar, veremos después cómo sacamos el agua".

Pero por más que los funcionarios repitan sus garantías de que no desactivarán en forma prematura la ayuda, Obama buscará respaldo para su llamado a un esfuerzo concertado a fin de poner a la economía global sobre un terreno más firme a largo plazo.

Washington quiere que las naciones del G-20 se comprometan a un esfuerzo conjunto para reducir la dependencia mundial del consumo estadounidense, favoreciendo el gasto en las naciones exportadoras como China, y alentando a las naciones endeudadas como Estados Unidos a ahorrar más. Sin embargo, aún no hay un plan definido sobre cómo se podría lograr eso.