MÉXICO DF, 18 Nov. (Notimérica) -
El valor económico total de la violencia en México en 2014 se estima en 3 billones de pesos (233.000 millones de dólares), lo que equivale al 17.3% del PIB del país, y representa una cifra 24.844 pesos (1.946 dólares), por persona.
Son datos del 'Índice de Paz México 2015', elaborado por el Institute for Economics and Peace (IEP) y publicado este mes de noviembre, que presenta un panorama un tanto optimista aunque prudente, del estado de la paz en el paíz azteca en los últimos dos años.
Según el informe, consultado por Notimérica, los estados con el mayor impacto económico de la violencia per cápita son Guerrero (43.666 pesos), Morelos, Baja California y Tamaulipas.
El estudio apunta que, salvo algunas excepciones, los estados de las regiones sur y este de México son más pacíficos que los de las regiones oeste, central y norte.
Así, de los diez estados más pacíficos, sólo dos --Querétaro y San Luis Potosí-- no pertenecen al sur o al este, en tanto que Guerrero es el único estado del sur o del este ubicado entre los diez menos pacíficos.
Guerrero se clasifica como el estado menos pacífico de México, debido a su alta tasa de homicidios. Su tasa de delitos con violencia y de crímenes de la delincuencia organizada, también se ubican por encima del promedio nacional.
Sin embargo el informe indica que hay señales de que el nivel de violencia en Guerrero ya alcanzó su punto máximo y que el nivel de paz ha mejorado ligeramente en los últimos tres años.
Explica al respecto que la tasa de homicidios también ha disminuido durante los últimos dos años, situándose en su nivel más bajo desde 2009, aunque aún es considerablemente más alta que el promedio nacional. La tasa de delitos con violencia de Guerrero también comienza a reducirse y hoy se encuentra sólo ligeramente por encima del promedio nacional.
Pero a diferencia de la mayoría de los estados del norte que también han padecido altos niveles de violencia por el comercio de drogas, Guerrero es relativamente pobre.
En 2007 tuvo el cuarto PIB per cápita más bajo de los estados mexicanos y una mala clasificación en el Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas, en el cual obtuvo la tercera peor calificación de todas las entidades federativas.
Durante la última década, Guerrero experimentó niveles crecientes de actividad de cárteles y su ciudad más grande, Acapulco, es una de las zonas metropolitanas menos pacíficas de México, expone el informe.
IMPACTO EN LAS EMPRESAS.
El informe también analiza el impacto de la violencia en las empresas de México y destaca que los delitos contra el sector empresarial tienen la capacidad de reducir el crecimiento económico y la inversión, afectar los flujos de ingresos "y crear un ambiente propicio para la corrupción".
Así, según la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas y la Encuesta de Seguridad Empresarial, para las empresas, los costos de seguridad representan un promedio del 4% de sus costos de operación en México, mientras que un número considerable de empresas redujo su actividad como resultado directo de la delincuencia.
En circunstancias extremas, las empresas han tenido que reubicarse por motivos de seguridad. Las reubicaciones se han concentrado en tres localidades: Ciudad de México, Querétaro, y Nuevo León, que, en conjunto, representan el 55% de todas las empresas reubicadas por estas razones.
No obstante el informe indica que el total de delitos contra empresas disminuyó de 1,38 millones de casos a 1,27 millones de casos entre 2011 y 2013, registrando las mayores reducciones en Nuevo León y Durango, estados en los que se redujeron un 43% durante dicho periodo.
Por contra, los mayores deterioros para el mismo periodo ocurrieron en Puebla, con un 40% de deterioro, y Guerrero, con un 31%.
Los estados con niveles más altos de delincuencia contra empresas tienen un mayor PIB. La razón es que el comercio es un sector objetivo de gran relevancia para esta delincuencia, que representa más de la mitad de su cifra total.
Según la Encuesta de Seguridad Empresarial (BSS por sus siglas en inglés), un 4% de las empresas que sufrieron ataques a su cadena de suministro tuvieron pérdidas de entre 1 y 5 millones de dólares.