Actualizado 29/07/2009 00:35

Cuba considera reducir papel del Estado en la economía

Por Marc Frank

LA HABANA (Reuters/EP) - El principal analista económico de la televisión cubana dijo el martes que el país debería considerar poner más áreas de la economía en otras manos, más allá de las del Estado, como ha hecho el presidente Raúl Castro con la agricultura.

En uno de sus comentarios semanales en la televisión local, Ariel Terrero indicó que sectores como los servicios de alimentación y el comercio minorista pueden tener mejores desempeños si se ponen en práctica nuevas fórmulas, aunque evitó decir que deberían caer en manos privadas.

"En la economía cubana hay que buscar fórmulas más dinámicas, más inteligentes de entender la propiedad, de administrar una empresa, de administrar una cafetería", dijo Terrero.

Cerca del 90 por ciento de la economía en la isla está bajo control del Estado.

Terrero mencionó como ejemplo las reformas impulsadas por Castro en la agricultura, que incluyen la descentralización en la toma de decisiones y ponen mayor énfasis en las cooperativas y las granjas privadas, así como en el arrendamiento de tierras estatales sin cultivar que han sido repartidas a unas 80.000 personas.

"La entrega de tierras en usufructo, que al final es una propiedad estatal que se pone en manos de un productor, pudiera aplicarse a otros sectores, por ejemplo los servicios de alimentación, el comercio minorista y otras áreas de la economía que ya realmente es imposible por su diversidad, por su amplitud que el Estado sea el que tenga que administrarla directamente", dijo.

Terrero precisó que las enormes plantas de níquel, los ingenios azucareros, los hoteles y la red eléctrica no eran lo mismo que un taller de reparación de equipos o a una cafetería.

"Creo que esta diversidad de modelos requiere un nuevo entendimiento, una nueva reflexión sobre los conceptos y las maneras de entender la propiedad en la economía cubana", destacó.

Castro, un general de 78 años, reemplazó en la presidencia a su hermano enfermo Fidel en febrero del 2008 y desde entonces

ha presionado para convertir a la economía en más eficiente y racional.

El mandatario cubano reemplazó en marzo a su gabinete económico en medio de la peor crisis financiera que atraviesa la isla desde el colapso en 1991 de la Unión Soviética, su antiguo benefactor.

El comentarista dijo que las actuales dificultades económicas podrían abrir el camino a la reforma, señalando que tras la desaparición de la Unión Soviética en la década de 1990, la economía se abrió a la inversión extranjera, el turismo y algunos pequeños negocios privados familiares.

Sus análisis siguen a un reciente informe del Gobierno visto por Reuters que sugiere similares cambios en la isla.

El informe del Ministerio de Economía y Planificación sostiene que el impacto de los huracanes, el embargo de Estados Unidos de hace casi medio siglo y la crisis financiera global han incidido en la escasez de efectivo que ha obligado a recortes en las importaciones, los presupuestos y el consumo de energía.

Pero también dijo que el impacto de la crisis es debido a los históricos problemas estructurales del país.

"La empresa estatal socialista tiene que ser eficiente y para ello hay que garantizar que no le falte lo necesario para poder lograr el óptimo rendimiento en su gestión", señaló el informe.

"El resto de la economía debe adaptarse a ejercer una forma de propiedad más adecuada a los recursos disponibles", añadió el documento.

Muchos economistas cubanos han sostenido durante mucho tiempo que el Estado debe concentrar sus esfuerzos en grandes empresas y el comercio mayorista y dejar de lado el negocio minorista que ha controlado desde 1967, y que el Gobierno admite que está plagado de hurto, ineficiencia y pésimo servicio.

Dan Erickson, un experto en el tema Cuba del Inter-American Dialogue, dijo que parece que el Gobierno cubano puede estar considerando esa medida.

"Lo que me dice a mí es que el Gobierno cubano, una vez más, está luchando con el tema central de cómo adaptar el obsoleto modelo económico de la isla a las realidades cambiantes", dijo.

"En el fondo se trata de un debate acerca de la reducción del papel del Estado, permitiendo el inicio de prácticas controversiales de libre mercado", dijo.

(Traducido por Nelson Acosta, editado en español por Inés Guzmán)