Actualizado 08/03/2013 02:13

Cuba.- Cuba crea una empresa estatal de venta mayorista de bienes y servicios


LA HABANA, 8 Mar. (Reuters/EP) -

Cuba ha creado una empresa estatal de venta mayorista de bienes y servicios, atendiendo así a una vieja petición del limitado sector privado del país caribeño, en el marco de las reformas económicas impulsadas por el Gobierno de Raúl Castro.

La Gaceta Oficial ha publicado este jueves una resolución por la que crea una empresa estatal dedicada a "comercializar de forma mayorista productos alimenticios y otros bienes de consumo a personas jurídicas y otras formas de gestión no estatales".

La norma jurídica detalla que "serán comercializados de forma mayorista productos ociosos, mobiliarios, de lento movimiento, de cómputo, servicios de almacenamiento de mercancías, de alquiler de almacenes, de transporte, cámaras de frío y productos que se venden tanto a la red estatal como a particulares".

Las ventas se llevarán a cabo tanto en la moneda nacional --el peso cubano-- como en divisas --CUC, que vale 24 veces más que el peso cubano, con el que el Gobierno paga el salario de los servidores públicos--.

La creación de esta empresa estatal es un alivio para los 400.000 cubanos que trabajan por su cuenta porque, aunque las primeras reformas económicas, en 2008, facilitaron la iniciativa privada, en la práctica, las limitaciones a las compras mayoristas la han boicoteado.

Muchos de los trabajadores por cuenta propia han tenido que adquirir estos bienes y servicios en el mercado negro, que se nutre de los artículos que los extranjeros y algunos cubanos introducen en la isla caribeña, o del mercado de segunda mano autorizado.

Estas formas de aprovisionamiento de la iniciativa privada han suscitado quejas entre la población y las autoridades, que argumentan que han contribuido a encarecer los bienes y servicios de primera necesidad.

"Esta es la última señal de que el Gobierno quiere que el sector privado crezca", ha dicho Philip Peters, un experto en temas cubanos del Lexington Institute en Virgina, Estados Unidos.

"Ojalá", ha dicho Ofelia, vendedora de dulces en La Habana. "Lo estábamos esperando hace tiempo y buena falta nos hace. Yo te garantizo que si los precios son razonables, podría bajar algo los que tuve que ponerle a mi mercancía", ha explicado.

En la misma línea se ha expresado Roberto Hernández, vendedor de pizzas. "De esta forma no tendremos que seguir inventando y pagando lo que quieran pedirnos por lo que necesitamos. Esa sería nuestra tranquilidad para poder trabajar sin sobresaltos", ha celebrado.